Parábolas de Jesús
Revelación selectiva de Jesús
Jesús habló en parábolas para dar a los discípulos la oportunidad de comprender los misterios del Reino de los Cielos.
Las parábolas servían para revelar verdades profundas a todos aquellos que trataban de comprender y tenían un corazón puro, por lo demás, cerrados o indiferentes, eran incapaces de entender el mensaje.
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Jesús - ¿Por qué hablas en parábolas?
Del Evangelio de Mateo, capítulo 13, versículos 10-13
Entonces los discípulos se acercaron a él y le dijeron: "¿Por qué les hablas en parábolas?"
Él respondió: "Porque a vosotros os es dado conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado. Así, a los que la tienen se les dará y les será en abundancia, y a los que no tienen, aun lo que tienen se les quitará. Por eso les hablo en parábolas: porque aunque ven, no ven, y aunque oyen, no oyen y no entienden.
Exégesis Mateo - ¿Por qué hablas en parábolas?
Mateo sitúa en el capítulo 13, inmediatamente después de la parábola del sembrador, el diálogo entre Jesús y sus discípulos que le preguntan: ¿Por qué les hablas en parábolas?
Jesús responde: Porque os es dado conocer los misterios del Reino. Les hablo en parábolas, porque cuando miran no ven, y no ven porque aún no han dado ese salto cualitativo que les permita ver en Mí la manifestación de Dios, comprender que Mi palabra es la palabra de Dios. No Me reconocen y no ven a Dios en Mí porque no son puros de corazón.
Si no son puros de corazón y no pueden ver a Dios en Jesús, ¿cómo puedo contarles mi verdad? No hablo explícitamente porque soy incapaz de entender y usaría Mis Palabras de verdad para acusarme de blasfemar y condenarme a la muerte. Todavía no es mi momento.
Todos los que habían rechazado su mensaje fueron dejados en su ceguera espiritual. Hizo una distinción entre aquellos a quienes se les habían dado "oídos para oír" y aquellos que continuaban en su incredulidad, que escuchaban, pero no podían percibir realmente Sus enseñanzas, y eran aquellos "que siempre están aprendiendo, pero nunca llegan a un conocimiento completo de la verdad" (2 Timoteo 3:7).
Jesús continúa: a los que tienen, se les dará y les sobrará, y a los que no tienen, incluso lo que tienen se les quitará.
Significa que los que me reconocen abren las puertas del conocimiento, disfrutan de la comunión con Dios y entran en la plenitud de su humanidad.
A los que no tienen, también se les quitará lo que tienen. La referencia a los fariseos y sacerdotes que piensan que son perfectos ante Dios mientras su corazón está lejos de Dios. Crees que tienes pero no tienes lo que crees que tienes, no entrarás en el Reino de los Cielos y serás sumergido en el infierno. Fariseos, escribas y sacerdotes, guiad a mi pueblo con mentiras, vosotros sois víboras.
Jesús dice a sus discípulos: Bienaventurados vosotros que lo habéis dejado todo para seguirme, y vuestros ojos me ven y vuestros oídos oyen, porque confiáis en lo que os digo.
Aquí no os hablo en parábolas y si me pidéis las explicaciones de la parábola os doy aclaraciones porque merecéis ser iluminados por la verdad.
Jesús, como narra el Evangelio, concede a los discípulos dos o tres explicaciones de las parábolas, para las demás las comprenden los discípulos que tienen "ojos para ver y oído para oír".
Esta enseñanza también se aplica a nosotros de que si queremos entender las parábolas y enseñanzas de Jesús para entrar más y más en el conocimiento de Dios, debemos mantener un corazón puro. Por el contrario, si queremos vivir en la mentira, no solo no podremos entender las enseñanzas divinas, sino que seremos condenados en el fuego eterno.
Al igual que con los discípulos a quienes se les concedió el don del discernimiento espiritual, lo mismo es cierto de todos los creyentes a quienes se les ha dado el don del Espíritu Santo. «Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad» (Jn 16, 13).
El enfoque educativo del Maestro Jesús
Jesús era un maestro en el arte de contar historias y utilizaba las parábolas como herramientas eficaces para transmitir conceptos complejos a través de historias sencillas y atractivas. Estas narraciones no solo facilitaban la memorización, sino que también invitaban a los oyentes a reflexionar, estimulando una participación activa en la búsqueda de significados más profundos.
En lugar de imponer la verdad, Jesús presentó sus historias de tal manera que cada oyente pudiera decidir cómo responder, teniendo en cuenta las diferentes disposiciones. Este enfoque transformó la escucha de una experiencia pasiva a una interacción dinámica, en la que se pedía a los oyentes que participaran activamente en el proceso de comprensión.
En resumen, las parábolas de Jesús no eran meras enseñanzas, sino poderosas herramientas de revelación que hacían que las verdades divinas fueran accesibles para todos. Respetando la libertad de las personas, estimuló una respuesta activa, desafiando a sus oyentes a sumergirse en la comprensión del reino de Dios. Sus historias siguen siendo un legado duradero, capaz de inspirar e involucrar a generaciones tras generaciones.
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