Monaquismo
El Monaquismo benedictino es la forma más influyente de la vida cenobítica religiosa en el mundo occidental. Los hombres y las mujeres que se dedicaron a la vida espiritual antes de la hora de Benito de Nursia (V-VI), lo hicieron principalmente como ermitaños o discípulos reunidos alrededor de un guía espiritual. Benito, sin embargo, reúne a los discípulos en grupos estables, cuya espiritualidad dependía de las relaciones mutuas, así como del respeto por el abad. El efecto fue la creación del sentido de la doble dimensión, la vida social y privada, la vida espiritual.
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Cruz de San Benito
En un mundo donde las certezas parecen desaparecer en la noche de las sensualidades y del divertimiento, el hombre se ha encontrado más solo y atónito frente a las preguntas que nacen del corazón. Preguntas que esperan alguna respuesta.
El intelecto se pierde delante de lo que no tiene sentido y el alma gime presa de los deleites sensoriales. La incertidumbre algunas veces produce ansiedad y miedo, porque el hombre necesita tener puntos firmes de apoyo. La Fe es uno de estos puntos y con sus símbolos se fortalece.
La Cruz de San Benito no es un símbolo mágico que borra las dificultades de nuestra vida, sino un medio que puede ayudar a superarlas.
Este crucifijo es un sacramental de la Iglesia Católica, es un símbolo sagrado cuyos efectos son obtenidos gracias al fervor de la Iglesia.
Para obtener los beneficios de este crucifijo, no basta hacerlo bendecir y llevarlo como amuleto, sino que éstos son proporcionados por el grado de nuestra fe y la confianza que depositamos en Dios y en San Benito.
Numerosos son los efectos benéficos atribuidos al Crucifijo de San Benito. En efecto, cuando se lleva con fe, el Santo Patrón protege:
- De las epidemias;
- e los venenos;
- De ciertas enfermedades especiales;
- De los maleficios;
- De los peligros espirituales y temporales que puede ocasionar el Demonio;
La Santa Sede lo ha enriquecido con numerosas indulgencias:
- Indulgencia plenaria al momento de la muerte;
- Indulgencia parcial.
San Benito fue un verdadero monje. Su obra fue el fruto de una sabiduría ascética nacido por los Padres de los desiertos orientales, y transmitida al occidente atravieso un patrimonio de de reglas, narraciones de peregrinaciones, biografías y disertaciones. Renegó los privilegios de su origen patricio para ampararse en la selva de Subiaco para vivir de ermitaño. Allí, en el silencio y en el éxtasis maduró la sabiduría profética de las escrituras, despreció el mundo y aumento con exceso el deseo ardiente de buscar y amar Dios.
Una invitación especial
Si usted quiere lograr esta alegría y adquirir las virtudes, escuchar la invitación de Jesús: "Todo lo que pidáis en la oración, recibiréis" (Mt 18:20). De hecho, sin oración, ningún camino espiritual es posible, ni se puede seguir las huellas de Jesús, nuestro Salvador.
Se Si desea acceder a la invitación, o simplemente orar desde su casa, haga
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