Catalina de Siena

Biografía de Catalina de Siena

Vida de Santa Catalina de Siena

Catalina nació en Siena, en el distrito de Fontebranda, en la Contrada dell'Oca, el 25 de marzo, el Domingo de Ramos del año 1347. Hija del teñidor de telas Jacopo Benincasa y su esposa Lapa Piacenti, vigésima cuarta de 25 hijos e hijas. Junto con ella nació una hermana gemela, bautizada con el nombre de Giovanna, que murió despues de algunas semanas de vida.

En 1348 Siena y Europa fueron devastadas por la epidemia de peste que atiende a la población.

Todavía era una niña de seis años cuando, en 1353, tuvo su primera visión destinada a marcar su vida para siempre. Jesucristo entronizado con los santos Pedro y Pablo se le aparece a ella. Comienza un viaje de mortificación de ayunos y penitencias. El Papa estaba entonces en Aviñón.

Cuando Catalina llegó a la edad de doce años, sus padres trataron de darle un marido. Al principio, Catalina pareció estar de acuerdo, pero luego, declaró que había hecho votos al Señor y no quiso retirar la palabra dada. Reaccionó cortándose el pelo por completo y encerrandose en su casa. Para vencer su obstinación, sus padres la obligaron a realizar un intenso trabajo doméstico que la fortaleció en su convicción interna.

Un día su padre la sorprendió en oración con una paloma revoloteando sobre su cabeza. A esta vista Jacopo se dio cuenta de que la actitud de su hija no provenía de la ligereza humana y dio una orden para que nadie la obstaculizara en su deseo.

Sólo después de años de oración y penitencia, en 1363, cuando Catalina tenía dieciséis años de edad, fue recibida en la iglesia de San Domenico, entre terciaria secular de la Orden Dominicana (o mantellate, debido a la capa de blanco y negro en el vestido). Estaban unidos por la castidad, la oración y la penitencia.

Ella misma dice que se acercó a las lecturas sagradas a pesar de ser analfabeta y, después de días de trabajos agotadores y no muy fructíferos, recibio del Señor el don de saber leer. También aprendio a escribir más tarde, solo tres años antes de su muerte, pero la mayoría de sus escritos y correspondencias están dictados. En ese momento, relata, Jesús se le apareció a ella con su madre y otros santos, para una boda mística. Jesús mismo puso un anillo adornado con rubíes en su dedo, visible solo a sus ojos. Después de la experiencia del matrimonio místico con Cristo, recibio estigmas invisibles. En 1370 fue el año de grandes éxtasis con una visión importante, en la que Jesús se le apareció, intercambiando su corazón con el de ella.

Catalina de Siena creía que ayudar a los enfermos y los pobres, que personificaban a Cristo sufriente, era la manera de encontrar al Señor. Catalina estuvo especialmente activa en el hospital de Santa Maria della Scala, donde también había personas enfermas a las que nadie asistía, o porque no tenían parientes, o porque padecían enfermedades contagiosas. Catalina se dedicó especialmente a ellos. Esta actividad duró meses, especialmente en tiempos de epidemias, las cuales fueron frecuentes y mortales; su ejemplo comenzó a ser imitado por otras hermanas de su fraternidad.

Comenzó a reunir a sus primeros seguidores, y desde entonces su actividad ya no se limitaba a las largas vigilias de oración, penitencia y castigo corporal. Comenzó su intensa actividad de caridad hacia los pobres, los enfermos y los prisioneros, enfrentando calumnias e ingratitudes.

Catalina da Siena emprendió una intensa actividad de correspondencia, dictando sus misivas con la ayuda de sus amigos. Escribió alrededor de 380 cartas durante los últimos diez años de su vida. Esta gran colección de cartas donde trataba problemas y asuntos, tanto de la vida religiosa, como de la vida social, en cada una de sus clases, y los asuntos, incluso morales y políticos que interesan a toda la Iglesia, el imperio, los reinos y estados de Europa del siglo XIV. Catalina envió sus cartas a amigos y seguidores, pero también a los poderosos de la tierra y al mismo pontífice. Los temas de su correspondencia fueron el regreso del Papa a Roma, la reforma de la Iglesia, la moralización de las costumbres del clero, la necesidad de organizar una nueva cruzada y la paz.

En 1374, Catalina fue a Florencia, llamada por la Orden Dominicana, quienes estaban preocupados por su ortodoxia. Después de haber sido sometida a pruebas rigurosas, todas las dudas se disiparon. Se le asigno como confesor y guía espiritual a Raimondo da Capua, quien más tarde se convirtió en su biógrafo. Cuando estalló la peste, Catalina fue a Siena para ayudar a las víctimas. En 1375 se trasladó a Pisa y Lucca para disuadir a los líderes de las dos ciudades de unirse a la liga anti-papal, y luego regresó a Siena, donde convirtió a Nicolò di Tuldo, condenado a muerte.

El 18 de junio de 1376, llegó a Aviñón, donde se encontró con el Papa y lo instó a regresar a Roma. Gregory XI partirá el 13 de septiembre y llegará a Roma el 17 de enero de 1377.
De vuelta en Siena, realizó una misión de paz y evangelización entre los castillos de Val d'Orcia. En 1378, en nombre del Papa, regresó a Florencia para negociar la paz, que de hecho se firmó el 18 de julio. Gregory XI (,) murió el 23 de marzo de 1378.

Su sucesor fue Bartolomeo Prignano, que asumió el nombre de Urban VI. Una parte del colegio de cardenales no lo reconoció y eligió al antipapa Clemente VII, provocando el gran cisma de Occidente, que duraría cuarenta años, hasta 1417.

Catalina se puso del lado de Urbano VI, comenzando a escribir cartas en cada parte del mundo cristiano a su favor.

Murió poco antes del mediodía del domingo 29 de abril de 1380.

Catalina es una de las Santas más veneradas de la Iglesia Católica. El 29 de junio de 1461, Pío II la canonizó y el 8 de marzo de 1866, Pío IX la proclamó Patrona de Roma. El 18 de junio de 1939 fue proclamada por Pío XII, patrona de Italia junto con San Francisco de Asís. El 4 de octubre de 1970, Pablo VI la reconoció con el título de Doctora de la Iglesia Universal. El 1 de octubre de 1999, San Juan Pablo II quiso que fuera co-patrona de Europa.

Trabajos realizados por Santa Catalina:

- 381 Letras
- Diálogo de la Providencia o Libro de la Doctrina Divina
- 26 oraciones

Su obra principal es el Diálogo de la Divina Providencia, una conversación entre Catalina y el Padre Eterno, donde Catalina pregunta cuatro cosas:

- Su santificación.
- La salvación de la raza humana y la paz en la Iglesia.
- La reforma del clero.
- La guía de la divina Providencia para la salvación de las almas.

Tres etapas que Catalina describe en el itinerario de las almas a la santidad:

- Amor servil: acompañado del miedo al castigo por los propios pecados;
- Amor mercenario: acompañado por la Esperanza de la recompensa eterna;
- Amor filial: amor a Dios por su interés, que es la perfección de la caridad.

En la etapa del amor perfecto, el ser humano está completamente despojado de su propia voluntad y totalmente abandonado a la voluntad divina.

En el estado de perfección, el alma nunca pierde la conciencia de la presencia de Dios; hay una unión tan íntima y continua entre el alma y Dios que cada momento y lugar puede ser una ocasión para orar o estar en comunión con Dios.

Una invitación especial

Si usted quiere lograr esta alegría y adquirir las virtudes, escuchar la invitación de Jesús: "Todo lo que pidáis en la oración, recibiréis" (Mt 18:20). De hecho, sin oración, ningún camino espiritual es posible, ni se puede seguir las huellas de Jesús, nuestro Salvador.

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