Nuestra Señora de Oropa

Virgen María

Oropa

Historia del Santuario de Oropa

Con la supremacía, en el siglo II A. C. los romanos ocuparon la planicie y los pueblos "celta-ligures" se ven obligados a retirarse a los valles de las montañas entre las cuales se encuentra Oropa, llevándose consigo el culto religioso de las "matronae o matres", honradas como protectoras de los campos, de la naturaleza y de las familias.

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Desde San Eusebio hasta hoy

Los pueblos se reunían en las fuentes, torrentes, bosques, rocas grandes, lugares considerados como de presencia de las matres, divinidades femeninas.

A su vez, Oropa, con su cuenca, es un clásico círculo céltico de piedras donde la "barma", es decir, la caverna formada de rocas constituye un "menhir" natural. En esta gruta, sagrada para las matrone célticas, es donde en el siglo IV d. C. San Eusebio introduce el culto de María, llevando consigo una estatua de madera de la Virgen Negra con el Niño en brazos que la tradición dice fue esculpida por San Lucas.

Algún tiempo después, Eusebio construye la Capilla más al sur y al amparo de otra "barma", como lugar más conveniente para el culto.

El Papa Inocencio III en la Bula del 1207, habla a los fieles de "Santa María de Oropa" y de "San Bartolomeo" donde algunos eremitas celebraban oficios divinos.

En 1294 el Obispo de Vercelli, Aimone de Challant, sube a Oropa para consagrar una segunda Iglesia "De Santa María" más amplia por la veneración a la Virgen y para la devoción del pueblo. Fue erigida frente a la Capilla de Eusebio.

Este Obispo obliga en 1298, a través de su testamento, a celebrar en Oropa una Misa semanal en memoria de San Eusebio.

En 1536, detrás del altar de la Iglesia se construye un corredor llamado antecapilla, después se abre una gran ventana protegida por un enrejado para permitir a los devotos la visión de la estatua de la Virgen, también en la Iglesia denominada "grande".

En esta época la Iglesia de Santa María de Oropa se vuelve objeto de medidas pontificias y obispales, hasta que en el año 1459 el Pontífice Pío II la asignó, con terrenos que le pertenecían, al Canónico de San Estefano de Biella, que la tomó y no la descuidó nunca.

En 1600, por la gran afluencia de peregrinos, el Obispo Estefano Ferrero hizo construir una basílica que abarcara la vieja iglesia, la Capilla y al antecapilla. Trabajos que duraron hasta el 1621.

En el 1620 alrededor de la Basílica se inicia la construcción del gran recinto del Arduzzi.

En el 1920 fue demolida la antecapilla y en su lugar fue construido un altar bajo de mármol para permitir la visión de la estatua de la Virgen María, desde toda la Basílica. Al mismo tiempo fue restaurada la Capilla con mármol, como se puede observar hoy en día, donde se encuentra la Sacra Estatua que representa a María Reina con el Niño Jesús en brazos.

Giacono Orsi en 1488 escribió: "Se asciende a la Capilla de la Reina de los Cielos, bajo los manantiales del Oropa, de la cual el santo mártir de Dios, Eusebio, con las propias manos colocó la primera piedra. En aquel lugar la beatisíma Virgen irradia por sí sola gran santidad por los milagros maravillosos. Allí se concentra una gran cantidad de fieles, no sólo los residentes del pueblo, sino también los de pueblos lejanos.

En la carta pastoral de 1595, el Papa Clemente VIII dice de Oropa: "... la antigua imagen de madera de la Beata Virgen María, en la cual se refugió San Eusebio cuando, siendo Obispo de Vercelli, escapó de las persecuciones arianas... que aparte de todo es considerada una de las obras de San Lucas..."

Sucesivamente y en épocas diferentes se iniciaron obras de ampliación del Santuario tanto desde el punto de vista urbano, como arquitectónico. Participaron en el "crecimiento" del Santuario arquitectos como: Filippo Juvarra, Piero Beltramo, Guarino Guarini y otros más, hasta formar una verdadera ciudad mariana.

En 1960, después de dos siglos de proyectos y trabajos, la Basílica Nueva o superior fue consagrada. Colocada la primera piedra en 1885, los trabajos se prosiguieron a través de las dos guerras mundiales. Esta tiene una cúpula que se eleva más de 80 metros y puede contener hasta tres mil fieles.

Las coronaciones de la Sacra Estatua de Oropa señalan el crecimiento del culto de María en su Santuario:

  • La primera ha lugar en el año 1620 y fue obra del Obispo Mons. Goria con la participación de muchos fieles de todas partes.
     
  • La segunda tiene lugar cien años después, en 1720, y fue obra del Mons. Gattinara, Obispo de Alejandría, con la participación de muchos pueblos.
     
  • La tercera, siempre cien años después, ocurrió en 1820, obra del Cardenal Morozzo, Obispo de Novara, acompañado por tres obispos. La multitud presente fue calculada en cien mil personas.
     
  • La cuarta, siempre cien años después, tuvo lugar en 1920 y fue obra del delegado pontificio, el Cardinal Teodoro Balfré di Bronzo, acompañado de todos los Obispos Piemonteses, del Cardinal Richelmy y por san Giovanni Bosco. La multitud estimada fue de ciento cincuenta mil personas. En 1884 fue colocada la primera piedra de la actual Basílica Monumental, que magnifica el arte y el esplendor de este Santuario.