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Infierno
Infierno es el término que, en el ámbito de la religiosidad, indica el lugar metafísico (o físico) que espera tras la muerte a las almas (o a los cuerpos) de las personas presas del pecado: a los malvados y a los que rechazan a Dios.
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En la literatura
Concretamente, el término "infierno" deriva del latín "infernus" que significa "sitio bajo", por eso es sinónimo de "inferus"; todavía la palabra infierno, se refiere sólo al concepto cristiano e islámico, mientras que la palabra "inframundo" lo hace más ampliamente a las demás culturas paganas, antiguas o modernas.
Según casi todas las culturas, el infierno se caracteriza por el sufrimiento extremo, enorme desesperación y tormentos eternos. Puede ser visto como un lugar metafísico o espiritual que hospeda a las almas incorpóreas de los muertos, o bien, como lugar físico sede de los tormentos también físicos. Esta visión es más frecuente a través de las épocas pasadas, mientras que en nuestros dias, el concepto del infierno se espiritualiza y mira preferentemente al tomento del alma.
El infierno constituye una condición de condena eterna y tal condición está relacionada normalmente a la conducta moral y espiritual que la persona ha tenido en la vida.
Jesús habla repetidamente de la "Gehenna", del "fuego inextingible", que está reservado para quién al final de la vida no cree ni se convierte, y donde pueden ir los que no arrepientan su cuerpo y su alma. Jesús anuncia con palabras severas: "el hijo del hombre mandará a sus ángeles, los cuáles recogerán [...] todos los operadores de iniquidad y los echarán al horno ardiente" (Mt 13,41-42), Él pronunciará la condena en "Fuera de aquí, malditos: al fuego eterno" (Mt 25,41). La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios, en el que sólo el hombre puede tener vida y felicidad, para la que ha sido creado y a la que aspira.
Las afirmaciones de la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia, referentes al infierno, son una apelación a la responsabilidad con la que el hombre debe usar la propia libertad en previsión del destino eterno "Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición; y son muchos los que entran por ella: sin embargo, estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida: muy pocos son los que la encuentran" (Mt 7,13-14).
"Puesto que no conocemos el día ni la hora, necesitamos, como nos sugiere el Señor, que velemos contínuamente, para que acabado el único recorrido de la vida terrenal, merezcamos de Él, entrar en el banquete nupcial, y ser contados entre los bienaventurados: para que no se nos mande, como a siervos malvados y perezosos, ir al fuego eterno, a las tinieblas exteriores, dónde habrá llanto y rechinar de dientes".
Catecismo de la Iglesia Católica
1033. No podemos estar unidos a Dios si no elegimos amarlo libremente. Y no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra el prójimo o contra nosotros mismos "Quién no ama permanece en la muerte. Quién odia al propio hermano es un homicida: y vosotros sabéis que ningún homicida posee en sí mismo la vida eterna" (1 Jn 3,15) ... Morir en pecado sin estar arrepentido y sin acogerse al amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados para siempre del Señor: es una elección libre.
1034. Jesús habla repetidamente de la "Gehenna", del fuego inextingible que está reservado para quienes rechazan creer y convertirse: donde perecen el alma y el cuerpo. Jesús anuncia con palabras severas que Él "Mandará a sus ángeles, que recogerán...a todos los operadores de iniquidad y los echarán al horno ardiente" (Mt 13, 41-41), y allí pronunciará la condena: "Fuera, alejáos de Mí, malditos: al fuego eterno" (Mt 25,41).
1035. La Iglesia, en sus enseñanzas, afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal, tras la muerte desciende inmediatamente al inframundo, dónde sufren las penas del infierno, "el fuego eterno". La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios, en el que el hombre solamente tiene vida y la felicidad eternas: para las que ha sido creado y a las que aspira.
1036. Las afirmaciones de las Sagradas Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia referentes al infierno, son una apelación a la responsabilidad con la que el hombre debe usar la propia libertad en previsión del destino eterno. Al mismo tiempo, constituyen una urgente apelación a la conversión: "Entrad por la puerte estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición: y muchos son los que entran por ella. Sin embargo, estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida: muy pocos son los que la encuentran" (Mt 7,13-14).
1037. Dios no predestina a nadie al infierno: esto es consecuencia de una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), en el que se persiste hasta el fin. En la liturgia eucarística y en las plegarias diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de Dios, que no quiere "que nadie perezca, sino que todos tengan modo de arrepentirse" (2Pt 3,9).
Citas Bíblicas:
- "Ya está el hacha puesta en la raíz de los árboles. Y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado y echado al fuego". (Mt 3,10)
- "Él tiene en la mano el bieldo, limpiará su parva y recogerá su grano en el granero: y quemará la paja en un fuego inextinguible". (Mt 3,12).
- "Pero yo os digo. todo el que se aíre con su hermano será sometido a juicio. Quién llame a su hermano estúpido, será sometido a Sanedrín; y quién lo llama loco, será condenado al fuego de la Gehenna". (Mt 5,22)
- "Todo árbol queno da buenos frutos será talado y echado al fuego". (Mt 7,19)
- "Os digo que vendrán de Oriente y de Occidente y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos, mientras que los hijos del reino serán echados a las tinieblas: allí habrá llanto y rechinar de dientes". (Mt, 8,11-12)
- "Y no tengáis miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma: temed más bien a los que pueden hacer perecer alma y cuerpo en la Gehenna". (Mt 10,28)
- "Como serecoge la cizaña y se quema en el fuego, así pasará en el fin del mundo. El hijo del hombre mandará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a todos los operadores de iniquidad, y los echarán al horno ardiente donde habrá llanto y rechinar de dientes". (Mt, 13,40-42)
- "Si tu mano o tu pie te es ocasión de escándalo, córtalo y arrójalo fuera de tí. es mejor para tí entrar manco o cjo en la vida, que tener dos manos o dos pies y ser echado al fuego eterno. Y si tu ojo te escandaliza, arráncalo y échalo fuera de tí: es mejor para tí entrar en la vida con un solo ojo, que con los dos ser echado en la gehenna del fuego".(Mt 18,8-9)
- "Serpientes, raza de víboras, ¿cómo escaparéis de la condena de la gehenna?". (Mt 23,33)
- "Después dirá a los de su izquierda: Alejáos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles". (Mt 25,41)
- "Él tiene en su mano el bieldo, ventilará la paja para recoger el fruto en su granero: y quemará la paja en un fuego inextinguible". (Lc 3,17)
- "Sin embargo, os mostraré a quién debéis temer: temed al que tras haber matado tiene el poder de echaros a la Gehenna. Sí, temedles". (Lc 12,5)
- "Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vengan Abraham, Isaac y Jacob y todos los profetas en el reino de Dios y vosotros seáis echados fuera". (Lc 13,28).
- "Si tu mano te escandaliza, córtala: es mejos para tí entrar en la vida manco, que con dos manos ir a la Gehenna, alfuego inextinguible". (Mc, 9,43)
- "Si tu ojo te escandaliza, arráncatelo: es mejor entrar en la vida ciego, que ser echado con los dos ojos a la Gehenna, donde el gusano y el fuego no se extinguen". (Mc, 9,47-48)
- "Donde el gusano no muere y el fuego no se apaga, porque cada uno será salado con el fuego.". (Mc 9,48-49)
- "Quién no permanece en mí será echado fuera como el sarmiento y se seca: luego lo recogen y lo echan al fuego para quemarlo". (Jn 15,6)
- "Pero la bestia fue capturada y con ella el falso profeta, que en su presencia había obrado aquellos portantos ante la otra bestia, con los cuales había seducido a cuantos habían recibido la marca de la bestia y habían adorado a la estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente". (Ap, 19,20)
Para saber más visite el Sítio:
Infierno verdad tremenda.
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