Viaje interior

Viaje interior

Angela

Cadenas humanas

Justo en este punto en mi viaje de reconstrucción, mi maestro me hizo una clara propuesta para enfrentar mis indecisiones: preparar con firmeza y decisión mi día, poniendo orden en mis actividades: .."Haz un pacto con dios, esto es, prométele ser fiel a un programa (hacer en más y no en menos) que te establecerás día por día, ¡basándote en lo que deseas.

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La libertad de Dios es la libertad de la esclavitud humana

Jueves 8 Cada tarde tomaba nota de lo que había hecho. Sentía culpa cuando por negligencia yo misma me negaba a hacer lo que libremente tenía programado, o bien, me escondía detrás de falsos atenuantes o excusas para no hacer lo que debía. Pero si, después, superaba una determinada barrera, Dios que lee en los corazones las verdaderas intenciones, proveía.
Por eso estaba atento, cuidaba de no equivocarme y con razón por ser esta una promesa hecha a Dios. ¡Tenía que hacerlo y basta!
..."Es por esto que no puedo pensar en evadirme constantemente: ¡La vida no es un juego!".
..."Es por esto que no puedo pensar en evadirme constantemente: ¡La vida no es un juego!". ...He aquí mi respuesta a dicha propuesta: "Tengo miedo a darte una respuesta porque siento tanta rebelión en estos días... Me manejo sólo por mi mismo y no tengo temor de las consecuencias de mis actos, ni de Dios. Estoy ruborizada: sé que con Dios provee y hace todo, pero... tengo miedo de perder algo y encuentro muy fatigoso actuar con fidelidad. Sin embargo eso es lo que deseo. ¡él ahora me habla a través de ti y quiero prontamente decirle que sí!".
...Mi lucha interior era bastante fuerte: por un lado, deseaba profundamente gustar al Señor y hacer su voluntad con pasión; por el otro, estaba titubeante, porque conocía mi fragilidad y temía por las consecuencias de mis errores...
Sin embargo, finalmente acepté el "desafío"... y desde entonces cada día constato en persona cuan bonito es actuar a la luz de la palabra dada...
En estos días me repito frecuentemente algunas frases que aprendí en mi grupo de oración: "El gozo se compra al mercado del sacrificio"...
"Pecar haciendo luego como si nada hubiera sucedido no está bien. El Temor de Dios deriva de la gracia de reconocer el pecado y sentir remordimiento".

Según mi maestro, en realidad, este ulterior paso, demostró que:
"...Las cosas se concretan só Lo cuando se realizan con una profunda motivación. mi motivación fue probar la verdadera libertad, la de dios, la libertad de la esclavitud de mis cadenas.".

En mi caso las cadenas (Los supuestos; las cadenas que romper eran):

  • deseos físicos;
  • Enfocarse exageradamente en el trabajo que hacía: ciertamente es positivo querer hacer bien las cosas, pero exagerado es dejarse transportar del simple gusto por su belleza y "extasiarse" en ello;
  • Las expectativas al establecer relaciones con los demás;
  • el ocio;
  • El dejarse llevar por los sueños y no hacer lo que debía;
  • Crearme falsa expectativas, ilusiones, o anticiparme a los acontecimientos en la interacción con el sexo opuesto
    (NB:..."la amistad no se da gratuitamente; se pueden intercambiar ideas, puntos de vista, diálogos... pero antes de entregar algo de si mismo, la propia intimidad, la propia vida interior, hay que observar bien a la otra persona, como si lo viera desde un balcón, para valorar si es digno de confianza; de otro modo se podrían desbaratar fácilmente las ilusiones y generar sufrimientos, sobre todo si se creara un interés o se llegara al enamoramiento. No hay que dejarse llevar por la atracción o de los instintos propios del momento, sin medir las posibles consecuencias: ¡Esto no es sabio!").
  • Dejarse llevar por sentimientos =..."¡yo en este período estaba comprometido en el bien de otros!" - ya para satisfacer sus deseos físicos, ya cediendo a sus ideas o incluso a su prepotencia;
  • Engañarse, autojustificándose, sin tener cuenta las reales consecuencias;
  • Creerse heroína, no admitiendo los propios límites ni aceptándose así como se es;
  • Darle extrema importancia al cuerpo exaltando el hedonismo y la ansiedad por adelgazar (¡Yo tengo que decidir cuando quiero o no quiero comer y no ser esclavo de una idea fija que me encadena!);
  • Los esquemas mentales de que no puede hacer las cosas si no en un determinado modo. Aunque cambiara la perspectiva yo debo ser quien decide sobre una determinada cosa y no me dejarme gobernar por una idea fija.