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Jesús hace conocer el amor del Padre

 

   En el Nuevo Testamento encontramos una extraordinaria y sublime realidad: el amor de Dios para la humanidad es ofrecido en el consagrarse de su Hijo: Jesús Cristo. "Con su persona y su obra, constituye la revelación llena del amor del Padre para el mundo y para su pueblo. Dios no habría podido imaginar y ofrecer una seńal más elocuente y más fuerte de su ardiente amor: << Dios en efecto ha tan querido al mundo que dar a su Hijo unigénito >>(Jn 3,16).
… Toda la persona de Jesús es la donación del amor de Dios: en él, el Padre revela perfectamente los latidos de su corazón para el mundo inmerso en las tinieblas del pecado" (Cfr. S.A. Panimolle, l'Amore, in Nuovo Dizionario di Teologia Biblica, ed. Paoline, p.60).  Lo dice en un momento solemne y crucial de su vida:

"Nadie tiene amor mayor que el que da la vida para sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que os he mandado. Ya no os llamo siervos, pues el siervo no sabe lo que hace su seńor; yo os he llamado amigos, porque os he manifestado todas las cosas que he oído a mi Padre. (Jn. 15, 13-15).

   Jesús tiene una extraordinaria relación de amistad con la familia de Lázaro de Betania, y cuando éste cae en presa a una enfermedad mortal, las hermanas Marta y Maria lo mandan a llamar: "Seńor, he aquí, el que anzuelos se ha enfermado! "(Jn. 11,3). Incluso sabiendo que su vuelta a Judea puede llevarlo a la condena a muerte, él decide ir el mismo a Betania. Una decisión no muy compartida por los apóstoles, si es verdadero que después de les haber dicho: "Lázaro ha muerto y yo estoy contento para vosotros con no haber estado allá, porque vosotros creáis" (Jn. 11, 14 s.), Tommaso, con su usual vena irónica réplica: "nosotros también Vamos a morir con él" (Jn. 11,16).

   Cuando Jesús llega a Betania, se conmueve intensamente en el encuentro con Marta y Maria. Y mientras va al sepulcro, estalla en llanto (Cfr Jn. 11,35), tanto que los Judíos dicen: "Ves cómo lo quiso"( v.36).
   En las horas dramáticas que preceden su detención, Jesús habría podido ampararse, después de la última Cena, a Betania que se encuentra a oriente del monte de los aceitunos. En cambio, bien conociendo el peligro a que habría podido exponer a Lázaro y las hermanas, ha preferido ampararse en el Getsemani, esperando colŕ sus perseguidores.
   Jesús es el Salvador de todos los hombres(Jn. 4,42), "por lo tanto no excluye a nadie de su corazón; más bien los pobres y los pecadores forman el objeto privilegiado de su caridad divina…
   […] Jesús es el médico divino, venido a curar la humanidad herida por el pecado, por tanto para poder cumplir su misión, es decir para curar y salvar a los pecadores, tiene que quererlos, tiene que interesarse de ellos, tiene que visitarlos y vivir cercano su" (S.A Panimolle el amor, en Nuevo Diccionario de Teología Bíblica, y. Paulino, p.60).
"Dios es amor"(1Jn. 4, 8), proclama solemnemente Juan en su primera carta. Ésto significa que el ser mismo de Dios es Amor. Mandando, en la plenitud de los tiempos, a su Hijo unigénito y el Espíritu de amor, Dios revela su secreto más íntimo: es él mismo eterno cambio de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a ser partícipes" (Catechismo della Chiesa Cattolica, pag. 74).

PARA EL DESCUBRIMIENTO DE JESÚS DE NAZARETH

 

Jesús en la historia  Nazareth
Belén La Familla de Nazareth
El primer anuncio El lugar de la Misión
El idioma de Jesús  Los milagros
Jesús el Profeta Jesús revela al Padre
Jesús revela el amor del Padre El Buen Pastor
El camino de la Cruz El ruego de Jesús
El Padre nuestro Jesús y las mujeres 
Los pequeńos El nuevo Pueblo de Dios
Jesús y el Dinero Bienaventurados a los pobres de espíritu
Jesús y el ambiente de Israel La psicología de Jesús
Jesús elige a los Doce y a los discípulos La misíon entre los gentiles
El "Hijo del hombre" Las parábolas
Jesús, Maestro de sabiduría Jesús y la Sagrada Escritura
La familla y la parentela Su "Pan"
Jesús exorcista Jesús frente a los pecadores
Las parábolas de la misericordia Las controversias en Galilea
La crisis en Galilea La Transfiguración
Jerusalén La última Cena 
La Pasión  Resurreción - primera parte
Resurreción - segunda  parte Jesús Cristo hombre y Dios

 

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