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El primer annuncio

 

   Aproximadamente a treinta años, Jesús se separa de su familla y de Nazareth, su ciudad, que volverá a ver solo algunos ratos.   

   Se inaugura el tiempo del actividad pública, y él comienza a recorrer la Galilea:  Cafarnáum, Corozaín y Betsaida, las ciudades del lago, son las más visitadas en la predicación itinerante del Maestro.

   Cafarnaúm es la segunda patria de Jesús, y por ella pasa la Vía Maris, la calle del mar, y la que está como una encrucijada de caravanas, de tráficos y de gente en viaje, él lo usa como el lugar ideal para la predicación del Evangelio. Las calles, las sinagogas, las casas donde encuentra hospitalidad, como la de Pedro y de Mateo (Leví); las pequeñas plazas de las ciudades y de los pueblos, las frescas ramas de los árboles, las sugestivas orillas occidentales del lago de Genesaret o la popa de una sencilla barca, amarrada en un asa del mismo lago, son la cornisa geográfica y ambiental de su predicación.

   Jesús predica y cumple milagros extraordinarios. Estos son probados por la verdad histórica. El hablar, el predicar de Jesús atrae a las muchedumbres a su Palabra. Los pescadores, los campesinos, la gente humilde  de Israel. También las personas cultas están encantadas por su predicación y por su comportamiento que revela, en Él, algo de muy diferente en relación con los Rabinos de Israel. 

   Mateo, Marcos, Lucas y Juan, escriben sobre este Poder de Jesús de encantar a las muchedumbres. Mateo escribe:

   "Y le siguió mucha gente de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán"(Mt 4,25).

   Desde luego Marcos dice que Jesús enseña con particular autoridad:

   "Se maravillaban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas" (Mr 1,22). 

   La misma opinión está presente en el evangelio de Lucas:

   "Todos asentían y se admiraban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca..."(Lc 4,22). 

   También el historiador José Flavio concuerda con estos testimonios escribiendo que: "(Jesús) atrajo a muchos judíos y muchos griegos" (José Flavio, Antichità Giudaiche XVIII, 63, in Storia di Gesù Rizzoli, pag. 367: Le folle della Galilea di Fabrizio Foresti)

   Sobre el hecho que Jesús cumpliera los milagros, están los testimonios de los cuatro evangelios, y sobretodo una prueba más sólida, la del Talmud Babilonese, recolección de escritos que pertenecen a los discipulos  de aquellos escribas y fariseos, fieros adversarios de la predicación de Jesús en la observancia absoluta, casi maniaca, para le Torah, la Ley del Antigua Alianza.

   En estos escritos, Jesús está tachado de ser un mago y de hacer de los prodigios. Esta afirmación, en que está presente la polémica anticristiana del hebraísmo, proviniendo desde fieros adversarios del cristianismo, reconoce, a Jesús, su Poder de hacer milagros y prodigios, considerados, por los judíos, como magias . 

   Jesús desempeña su misión con palabras y acontecimientos. No todos los dichos de Él, son recogidos en los evangelios, también porque en la Comunidad primitiva, la tradición oral había mucha importancia. Hay algunos "Dichos" de Jesús, llamados "Agrapha", que están diseminados en los Hechos de los Apóstoles y en otros escritos, también apócrifos, es decir, no reconocidos como auténticos por la Iglesia primitiva. Pero, siempre se trata de Dichos que provienen de tradiciones muy antiguas, justo de estilo de Palestina, y en sintonía con la enseñanza de Jesús. 

   Ahora recordamos algunos Dichos que pueden ser seguramente auténticos:

"Hay más alegría en el dar que en el recibir" (Hechos de los  Apóstoles 20,35).

"Quienes están conmigo no me han comprendido" (Hechos de Pedro, apócrifos cap. X).

"Y solo entonces estuviéreis contentos, cuando miraréis a vuestro hermano con amor" (Evangelio de los judíos, citado por S. Girolamo).

"Poneos cambistas agudos" (muy citado por los escritores cristianos antiguos: Orígenes, Omelie pseudoclementine, Girolamo…)

"Subleva la piedra y me encontraras allá; quiebra la madera, y yo son allí" (Papiro Ossirinco, I).

 

PARA EL DESCUBRIMIENTO DE JESÚS DE NAZARETH

 

Jesús en la historia  Nazareth
Belén La Familla de Nazareth
El primer anuncio El lugar de la Misión
El idioma de Jesús  Los milagros
Jesús el Profeta Jesús revela al Padre
Jesús revela el amor del Padre El Buen Pastor
El camino de la Cruz El ruego de Jesús
El Padre nuestro Jesús y las mujeres 
Los pequeños El nuevo Pueblo de Dios
Jesús y el Dinero Bienaventurados a los pobres de espíritu
Jesús y el ambiente de Israel La psicología de Jesús
Jesús elige a los Doce y a los discípulos La misíon entre los gentiles
El "Hijo del hombre" Las parábolas
Jesús, Maestro de sabiduría Jesús y la Sagrada Escritura
La familla y la parentela Su "Pan"
Jesús exorcista Jesús frente a los pecadores
Las parábolas de la misericordia Las controversias en Galilea
La crisis en Galilea La Transfiguración
Jerusalén La última Cena 
La Pasión  Resurreción - primera parte
Resurreción - segunda  parte Jesús Cristo hombre y Dios

 

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