EL PODESTÀ


El podestà era el jefe supremo del gobierno municipal de Ivrea. Debía ser extranjero, y se mantenía en el cargo sólo durante  un año. Presidía la Credenza, administraba la justicia, supervisaba la administración y detentaba el poder absoluto en la paz y en la guerra. El Podestà era elegido cada año a mediados de agosto. Cada uno de los tres barrios nombraba a cinco Credendari, cuyo cometido era elegir al Podestà, el cual debía obtener 2/3 de los votos para ser designado. El Podestà hacía su entrada en la ciudad el último domingo de octubre. Debía ser acompañado por dos jueces y por un mílite y se dirigía a caballo hacia el palacio municipal, en el que juraba, sobre el libro de los estatutos, cumplir con su deber. A continuación se celebraba la ceremonia llamada la "Presa al Dora".

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El Podestà, el juez y el mílite no podían recibir regalos de los habitantes de Ivrea, ni comer ni cenar en casa de ninguno de ellos, aunque sí aceptar vino y fruta. Tampoco podían dormir fuera de Ivrea sin permiso de la Credenza. El Podestà no podía llevar consigo a su mujer durante el periodo de su mandato, ni ser padrino de nadie. Al acabar el año, el Podestà tenía que dejar al ayuntamiento las insignias de su linaje.

En 1444 tenía que pintar en la fachada del ayuntamiento sus armas. En 1451, en cambio, éstas debían ser pintadas en grandes placas. A partir de 1477 los presentes son muy diferentes: el Podestà tenía que regalar una coraza al ayuntamiento, el juez una cofia o almófar, el mílite una ronca y sus parientes alabardas.