Los carniceros
En Ivrea
los carniceros llamaban la atención de las autoridades por las numerosas disposiciones
dedicadas a ellos en los Estatutos.
Formaban una corporación con dos cónsules, así que ninguno podía ejercer aquel
comercio sin pertenecer al consulado y jurar el estatuto de la corporación, que no podía
ser modificado sin la aprobación del Consejo
Privado del Ayuntamiento. Los carniceros juraban a los Podestà declarar siempre la
verdadera calidad de su mercancía y no comerciar con carnes enfermas, no rellenarlas y no
hincharlas para que parecieran mejores. Tres Sabios, en representación de los terzieri, tenían la tarea de
marcar los pesos y de fijar el precio de la carne. Las tiendas de los carniceros estaban
cerca de la Beccaria, lugar creado por el Ayuntamiento como matadero y mercado. |