Warmondo nació aproximadamente en el 930. Pertenecía a una familia de Vercelli, los Arborei de Gattinara. Realizó estudios jurídicos y administró los bienes del emperador. Fue nombrado obispo de Ivrea en el 969. Se afirma que mandó construir la catedral de Santa María, edificada probablemente sobre una iglesia del siglo IV. Instituyó además un "scriptorium" del que se conservan importantes manuscritos. Warmondo se convirtió en protagonista de la historia eporediense en torno al año 1000, cuando defendió frente a Arduino, marqués de Ivrea, los privilegios feudales sobre el territorio de que era jefe espiritual. Logró obtener del emperador Otón III la inmunidad, es decir, la facultad de administrar justicia, de alistar habitantes y de cobrar tributos, en torno a tres millas de la ciudad de Ivrea. Para evitar que Arduino no aceptase estas concesiones imperiales, Warmondo lo amenazó públicamente con la excomunión en un discurso llevado a cabo en la Catedral: "Sepa vuestra caridad, hermanos míos, que un tal de nombre Arduino no teme robar la viña del Señor, que es la Iglesia, oprimiendo y matando a los pobrecitos de Cristo, robando sus cosas... Cumpliendo por tanto con los preceptos divinos y apostólicos, cortaremos este podrido miembro, imposible de curar, del cuerpo de la Iglesia, con el hierro de la excomunión y de una terrible maldición".

Arduino, sin embargo, sigue teniendo el apoyo de sus fieles vasallos y cuando regresa a la ciudad, estallan tumultos contra el obispo. Warmondo, entonces, redacta un misal en el que el señor de la ciudad aparece descrito como un hijo de Satanás, enemigo acérrimo de la Iglesia, y sobre cuya cubierta se le representa en el acto de ingerir o vomitar un diablo negro vivo.

Warmondo, en este momento, excomulga a Arduino, el cual, siguiendo el consejo del Papa Gregorio V, reconoce la inmunidad obtenida por el obispo de Ivrea. Warmondo no estaba todavía satisfecho y solicitó al emperador Otón III que se abriera un proceso contra Arduino por los delitos precedentes. El obispo de Ivrea, sin embargo, a pesar de que la sentencia le había sido favorable, no logró su objetivo, ya que Arduino se declaró en contra del emperador y sus seguidores lo proclamaron rey de Italia en 1002.

Warmondo en los años siguientes se preocupa de consolidar su poder en el territorio de la diócesis haciendo construir iglesias y abadías. Muere en el 1011 y en el siglo XIII es beatificado. Sus restos se conservan en la catedral de Ivrea.