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EL CAMPANARIO DE SAN ULDERICO

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Según la leyenda, Ulderico, obispo de Maguncia (Alemania), se hospedó en Ivrea en una posada, cuyos propietarios lloraban la muerte de un hijo pequeño; el obispo hizo un milagro y el niño fue restituido a sus padres.

En el lugar en el que se encontraba la posada, el chico, cuando se hizo adulto, mandó construir una iglesia dedicada al obispo, ya conocido como San Ulderico.

 

Hoy sólo podemos admirar la cara exterior del campanario, ahora incorporado completamente a la fachada de la iglesia.

A diferente altura, parejas de arcaturas colgantes (ciegas) y bandas lombardas delimitan los paneles en los que se abren las ventanas, dos monóforas y una bífora.

El material usado para la construcción es el ladrillo.

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