No conocemos con precisión la fecha de
construcción del claustro; es probable sin embargo que sea de finales del siglo XI o
principios del XII, cuando el Papa Alejandro II instituyó la orden de los Canónicos
Regulares encargados del servicio de la Catedral. En este momento los monjes benedictinos
de la Abadía de San Benigno de la Fructuaria se encargan de dirigir algunas
iglesias de la diócesis de Ivrea y seguramente también la Catedral. El claustro servía para unir entre sí varios edificios contiguos a la iglesia. De hecho, desde el presbiterio de la Catedral se podía acceder a cubierto a los apartamentos del |
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clero, a las salas de estudio y de | la parte aún existente del claustro |
escritura, a los refectorios, a los talleres y a la hospedería. Desgraciadamente, de todos estos edificios hoy no queda más que un lado del claustro, el que da hacia el ábside de la iglesia. Las demás construcciones y una parte del claustro fueron demolidas a lo largo del siglo XIV, durante la edificación del castillo del Conde Verde.