El “corte vertical acristalado”, situado a mitad de las naves de la Iglesia, separará física y acústicamente los dos auditorios, pero, al mismo tiempo, garantizará la continuidad visual de toda la nave. La cubierta puede ser abierta o cerrada mecánicamente, permitiendo de esta manera el control de la luz y de la ventilación natural. Contiene los sistemas de distribución vertical (escaleras y ascensor) y une entre ellos todos los espacios y también los dos niveles del patio de los cipreses; permite el acceso controlado tanto al auditorio como al museo y al patio interior; es el elemento abierto de conexión con el exterior (Calle San Agustín).
|