El proyecto (con la excepción del edificio Bethlemitas), no prevee ninguna importante demolición; la construcción ( montada en seco ) de todas las obras (montaje de las estructuras metálicas recubiertas con tableros de madera), garantiza una total reversibilidad de las intervenciones y una lectura precisa de las relaciones entre las nuevas estructuras y las antiguas. El proyecto se compone de un conjunto de partes funcionalmente autonómas: la plaza, la sala de congresos, el teatro/conciertos, el museo y la cafetería.Todo esto permite una articulación muy flexible de las nuevas funciones: una de las salas de conferencias puede ser eliminada, convirtiendo la mitad de los espacios de la Iglesia en una plaza cubierta, en directa relación con la nueva Plaza Guillermo Rancés; es también posible evitar la construcción de la estructura emparrada de la cafetería que da a la calle Anchieta o programar estas intervenciones de forma autonóma y sucesiva, según las exigencias económicas
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