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LA SOPRANO Y MUSICÓLOGA ITALIANA Nella Anfuso, cuya labor en el campo de la recuperación del estilo de Monteverdi y otros grandes músicos del Renacimiento es bien conocida en el mundillo musical, visitó recientemente Barcelona para presentar y promocionar un proyecto de formación para cantantes en el repertorio renacentista y barroco. Consciente de la mayor importancia de la pedagogía, su principal afán es descubrir esta línea de actuación orientada hacia el Futuro, aunque se trate de una labor de recuperación de un patrimonio musical.

¿Cuál es el motivo de su segunda visita a Barcelona?

Cuando el pasado venarno el profesor Roger Alier participó en el Congreso Musicológico que se celebra anualmente en la Villa Medicea «La Ferdinanda» en Artimino, muy cerca de Florencia. me sugirió que podríamos hacer algo en común para la difusión en España de la labor que estamos realizando en Italia a través de la Fundación del Centro Studi Rinascimemo Musicale en el ámbito de la recuperacuón del patrimonio musical italiano. El mismo propuso las fechas y puestos de acuerdo aquí me tiene. Sin embargo, también, contemporáneamente, quiero hacer una serie de audiciones a jóvenes cantantes españoles para que puedan integrarse en un proyecto europeo que estamos llevando adelante con la ayuda del Ministerio de Bienes Culturales italiano, con la Región del Lazio y de la Toscana.

¿Y en que consiste este proyecto? Dicho proyecto comprende la concesión de becas de estudio para la formación trimestral, muy intensa, como hoy en día no se suele hacer, por tanto muy a la antigua usanza, para formar un instrumento vocal, perfectamente adaptado para la recuperación de un estilo. Porque, seamos sinceros, de la música polifónica, tanto de Monteverdi como de otros compositores de su entorno, apenas se tiene idea. El mundo de los madrigales de Monteverdi, Gesualdo, Marenzi, Palestrina, Peri... es todavía un terreno ignoto porque no se posee el instrumento vocal.

¿Y ello a qué cree usted que se debe principalmente?

El problema de nuestra época es que ha habido una inmensa recuperación en el plano instrumental. Cada dia podemos asistir a un montón de conciertos «con instrumentos originales» y en el ámbito discográfico también han proliferado las grabaciones que los emplean. Pero contrariamente a lo que cabría suponer, en el campo vocal, apenas se ha hecho nada. No se ha hecho un trabajo adecuado, ya que la voz humana en su calidad de instrumento debe construirse de la misma forma en que Stradivarius construía sus violines.

En su anterior visita a Barcelona, manifestó que tenía una alumna estadounidense, ávida en el campo de las recuperaciones musicológicas, sólo hay que pensar en Rossini...

Sí, ciertamente, pero por problemas familiares la estudiante norteamericana tuvo que regresar a su país, dejando incluso a su marido en Italia. Lo que es verdaderamente difícil es encontrar hoy en día algún alumno de canto que quiera estudiar seriamente, porque muchos creen que basta con tener la voz bella por don de la Naturaleza, luego creen que más o menos con un solfeo aproximativo ya se puede iniciar una carrera. Esto puede salirle bien a alguno por un corto periodo de tiempo y en según qué repertorios. Puede funcionar en un Puccini, aunque tampoco lo aseguro, pero no puede abordarse con esta base tan insegura un repertorio predecimonónico.

¿Se centra ahora usted más en el campo de la pedagogía del canto... que en la pura interpretación?

Hace años que doy master classes en el campo estético y ejecutivo, dando incluso indicaciones de cómo cantar determinados géneros. Por ello he recorrido países como Gran Bretaña, Finlandia, Polonia, Francia y, por descontado, Italia. Han sido siempre master classes limitadas en el tiempo, no más de diez o doce días en cada ciudad, centradas en el campo estético e histórico, a la vez que he tratado de explicar las bases vocales de dicho canto. Se mantienen así contactos con estudiantes extranjeros para que vengan a colaborar estrechamente en este repertorio tan necesitado de cantantes idóneos. Lo que es ahora importante es que contamos por primera vez con becas de estudio, trabajo no sólo mío sino de otros miembros de la Fundación Centro Studi Rinascimento Musicale. Se ha hecho comprender a nuestros políticos que ésta es una tradición italiana que si se pierde no podrá ser reconstruida ya que su modo de transmisión ha sido oral. Los documentos existen pero el canto, como en el caso de los otros instrumentos, no se puede aprender si desaparece el intérprete. Se puede intentar tocar el piano como se hacía en la época de Chopin, pero si no se mantiene una cadena de tradición interpretativa que parta de la raíz, en este caso Chopin, todo es aproximativo y por tanto falso. En el canto sucede lo mismo. Por mucho que aparezca en textos teóricos qué es y cómo se ejecuta un trino, si no hay nadie que te enseñe a trinar, no se puede atender al estilo verdadero. En la música existe también una tradición oral. Es por esto por lo que a menudo hablamos de «la escuela de...». Yo soy heredera de una tradición oral, luego he investigado y he encontrado documentos que sustentaban dicha transmisión de conocimientos; así se puede conjugar tanto la parte teórica como la práctica.

¿La labor de investigación la ha llevado pues a propagar el respeto por la interpretación de acuerdo con las técnicas de la época?

Como ya he dicho, uno no puede expresarse aunque se tenga sensibilidad musical y estética si no se ha construido el instrumento. Si no se domina la Técnica, ¿cómo se puede interpretar, frasear en suma? Hoy nos encontramos con que una gran mayoría de cantantes que se dedican a la música preclásica no tienen voz, porque les falta material y escuela. A muchos cantantes, los maestros y aficionados les dicen cosas del tipo «como no tienes voz para cantar Verdi, dedícate al repertorio antiguo». Lo que evidentemente, además de un mal consejo es totalmente erróneo.

Cuál va a ser la orientación de este curso que usted va a promover?

Se impartirá en Roma, ya que es un lugar más céntrico y accesible para los estudiantes que vengan del extranjero, comenzando a partir de marzo del 2003. No quiero sólo voces, sino que los seleccionados tengan un verdadero interés por el aprendizaje del canto. Se trata de que consigan la fusión de registros, para que superen la estricta división vocal que procede del siglo XIX. Va a ser un trabajo muy arduo durante un trimestre pero a la larga muy satisfactorio. Se requiere una predisposición intelectual especial, además de una gran sensibilidad musical. Los estudiantes tendrán becas que les inciten al estudio y a los quince días se hará una selección para descartar a los que no estén por la labor o no lleguen al nivel mínimo exigido. Después del primer trimestre en Roma, se iniciará otra fase de tres meses de formación en el repertorio en Artimino y un mes, como máximo, de intenso estudio técnico.

Un hermoso proyecto, aunque ambicioso ¿se ha planteado su continuidad?

Si la experiencia es satisfactoria, que espero que lo sea, y sigue adelante, estaremos sentando las bases de la recuperación de toda una tradición vocal italiana hoy en dia postergada. Asi podré pasar el testigo que recibí de mi maestra, Guglielmina Rosati-Ricci, alumna a su vez del barítono Antonio Cotogni (1831-1918), ya bastante anciano cuando empezó a enseñar, aunque entre sus alumnos tuvo al gran Beniamino Gigli. Cotogni a su vez fue discípulo de un maestro de finales del siglo XVIIl. Por lo tanto no cabe la menor duda de que existe una continuidad en la escuela. Yo soy la que he quedado y, siendo su última representante, quiero Transmitir estas enseñanzas de viva voz, para evitar que esta tradición perezca. Antes de morirme, quiero escuchar una voz que cante Orfeo, concretamente «Possente spirto» con el estilo vocal que Monteverdi definía en sus escritos. Quiero que se pueda cantar correctamente no sólo las óperas del siglo xvn y xvm sino también todo el repertorio madrigalístico y polifónico estos siglos, y especialmente los motetes.

¿Cómo han acogido sus trabajos en el campo de la recuperación los directores y gerentes de los teatros de ópera?

El apoyo ha resultado incondicional, sin embargo, en general, ya se sabe que las temporadas de ópera están estrechamente ligadas a ciertos gustos, por asi decirlo, preestablecidos. Lo que hace que, aunque parezca mentira, el repertorio a representar sea muy limitado. Además básicamente existe un escollo de orden económico. Para montar una ópera se necesitarían previamente varios años para formar a los cantales. Por otra parte, en el caso concreto de Italia, la mayoría de teatros dependen de sus patrocinadores que siempre están más atentos a lo espectacular. Usted ya sabe, grandes producciones, grandes nombres.

Hablemos ahora de sus trabajos desde el punto de vista de la edición discográfica, usted también ha venido a presentarnos su extenso catálogo. Es evidentemente, algo que nunca había hecho en España. Pero me parece estupendo que un artista pueda hablar directamente con quienes escuchan su música, pues por lo general, por razones evidentes, eso no puede suceder cada dia.

«Hoy nos encontramos con que una gran mayoría de cantantes que se dedican a la música preclásica no tienen voz, porque les falta material y escuela»

Aparte de su doble disco dedicado a Cario Broschi «Farinelli» que hace poco comentábamos desde estas páginas, recientemente ha aparecido otro, interpretado por Vivica Genaux, dirigido por Rene Jacobs... ¿qué piensa de él?

No lo he escuchado pero he oído comentarios. Lo primordial es que se dé una evidente fusión de registros, porque si no es imposible abordar con garantías la técnica. En una de las arias se encuentra la cadencia donde se ejecutan 25 trinos en un solo fiato. Hoy en día sólo yo la canto como lo hacía Farinelli. O se tiene la técnica o no se tiene.

Un cantante al que parece usted tener en gran estima.

Efectivamente, fue sin duda alguna el más grande cástrate de la historia de la Música. Por ello, ya en 1987, presenté mi primer disco dedicado a Farinelli, en el sello Auvidis, aparte de la sorpresa general y la rabia de algunos... mi propósito era demostrar cuál era el verdadero virtuosismo de la época de los castrados. Hoy nadie puede cantar «Al dolor che vo'sfogando» donde hay una agilidad de verdadera contralto, junto a pasajes muchísimo más altos, cómodos para una soprano.

¿Y volviendo a Jacobs?

Él utiliza cadencias que figuran en escritos de Hiller, que estaba vinculado a la época de Haydn o Mozart, pero que nada tenía que ver con la época de Farinelli. Las fiorituras italianas cambiaban con cada década, porque los italianos cambiaban el estilo de ópera seria con suma rapidez, ya que el estilo no era mas que una moda. No es extraño que se hagan tantas tonterías en el campo de la música vocal italiana por parte de gente del todo ignorante. El problema de esta gente es que tienen la vista más puesta en los resultados económicos que en el arte. Su estrategia es lanzar al mercado nombres nuevos que acaben de complicar las cosas más y sobre todo... vender. Es un fenómeno terriblemente penoso y propio de nuestro tiempo. Mi aproximación a una determinada estética ha sido siempre musical, nunca comercial. El proceso de grabación de cada disco me ha costado varios años de preparación. Mi primer disco dedicado a Farinelli, que salió al mercado en 1987, lo empecé a preparar, mediante mi investigación musicológica, en 1976.

¿No cree que once años es un tiempo excesivo para preparar un disco?

En modo alguno. Ello es sólo la confirmación de que muchos que se dedican a la música antigua lo hacen desde la nada sin profundizar el ella. Toda esta confusión mercantilista me duele, porque yo veo esta música como un patrimonio que debe ser transmitido para ser salvaguardado. Con la música no se puede hacer una restauración como en el caso de la pintura. Incluso en el campo pictórico se hacen aberraciones, dado que a veces es casi imposible dar con el verdadero color «sfumato» empleado por Giotto o Leonardo. Estamos hablando de una civilización vocal, es un tema de cultura. Si no se tienen los conocimientos técnicos, poco va a poder hacerse. Dado que la música es un arte que tiene que ser creado en cada concierto o recital, es fundamenta] la técnica y los conocimientos más amplios posibles sobre la época y el estilo. Ya que la música tiene que ser creada cada vez, es primordial el trabajo de transmisión oral, como ya he dicho antes. Si, por la razón que sea, desaparece una escuela vocal, ¿cómo se recrea de nuevo? Es muy fácil entonces equivocarse, crear de la nada y tergiversar conceptos.

¿Es usted optimista o pesimista sobre las posibilidades de transmitir y salvar por tanto dicho patrimonio vocal?

Si consigo que haya dos o tres cantantes por país, puedo darme por satisfecha. Por eso he luchado ante el Ministerio de Bienes Culturales por la concesión de unas becas de estudio importantes, porque si no, los estudiantes no vienen. Con veintitrés o veinticinco años. se necesita tener cubiertos ciertos aspectos materiales para poder estudiar. El conjunto de alumnos que consiga finalizar con provecho el aprendizaje formará un grupo profesional con un programa a difundir por el mundo, mediante conciertos que se irán concretando. En Italia, tras el escándalo de Tangentopoli y la caída del sistema de «pentapartito» dominado por la Democracia Cristiana, ha habido un vacio que ahora se comienza a llenar. Tras 60 años de marasmo, se tiene la voluntad de dar nuevos aires a las diferentes manifestaciones culturales. La nueva clase política italiana está obligada a hacer las cosas de un modo completamente distinto a la anterior. El clima parece pues propicio a un trabajo serio y espero que este curso que estoy promocionando por varios países pueda ser la primera piedra de la recuperación y pervivencia de una civilización vocal que no se puede dejar morir.

Josep  Subirá

 

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