JESÚS
DE NAZARETH
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn. 14,6) |
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a la Janua Major OTROS SITIOS DE Pietrelcina la ciudad natal del Padre Pio Este sitio fue publicado, por la primera vez, el 20 de mayo de 2003
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Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado la inteligencia para conocer al verdadero Dios. Y nosotros somos en el verdadero Dios y en su Hijo Jesús Cristo: él es el verdadero Dios y la vida eterna. " (1Jn 5,19-20) Sin Jesús de Nazareth no existiría el Cristianismo y la historia humana carecería de aquel componente ético que la ha dirigido al bien. Sin Él, los dos pulmones del mundo cristiano: él occidental y él oriental, no habrían respirado el aire de un mensaje que los discípulos dicen inspirado directamente por Dios, y que, no se puede negar, ha mudado profundamente la vida de mil millones de hombres hasta mudar el curso mismo de la historia. Jesús ha inspirado con su vida, el arte, la cultura, la política, el sentir social, la poesía, el sentir íntimo de cada hombre. Especialmente del hombre que en frente a las grandes cuestiones de la existencia, como el dolor y la muerte, mira a Él como a quien se hace respuesta, indicando una vía de esperanza, que se hace amor y reposo. Nadie ha sabido hablar como a Jesús; ninguno ha sabido actuar como a Él; ninguno ha sabido operar como a Él. Todavía hoy, después dos mil años, su mensaje y su palabra, guardan su encanto original. Sus relaciones con la humanidad y con los hombres, no importando que sean pobres, ricos, débiles o fuertes; con quien padece y está en la alegría, han llegado a ser "el emblema de la perfección moral". Nadie ha dicho ser "Hijo de Dios"; nadie ha tenido una historia igual a la suya. Su persona y su mensaje ha influido las más grandes religiones del mundo. Sus palabras, en particular, no han iguales. Se ha podido afirmar que en Jesús la palabra ha alcanzado el máximo de su intensidad y capacidad expresiva: Pasamos del discurso de la montaña a las parábolas del Reino. Quizás por esto también, los discípulos lo han llamado como el "el Logos", la palabra divina hecha carne para comunicarse a los hombres. Desde 2000 años, aquella palabra sigue interrogando. El 22 de octubre de 1978, en el mismo lugar en que está la tumba de Simón Pedro, que fue el "primero" de los discípulos de Jesús, Juan Pablo II ha lanzado al mundo la llamada: "No tengaís miedo de abrir las puertas a Cristo". (Piero Rossano, Il Protagonista, Storia di Gesù Rizzoli, volume primo, pagg. VII-VIII).
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