TIBURON BLANCOEra un lunes de noviembre, el 15, practicaba surf por segunda vez en el día, en el filón de Waddell con dos amigos, Justy y Justin. Las olas tenian de 6 a 8 pies, las mejores que habiamos visto en más de una semana. Nos hallabamos practicando surf por alrededor de una hora, cuando les comenté cómo era de grandioso disfrutar de tales olas, era en realidad un dia ideal para practicar surfing.
Justy y yo estabamos muy cerca, esperando el momento justo, y Justin se movia lentamente, en direcciòn de la playa. Conversabamos sentados en nuestras tablas, cuando conseguí repentinamente fuimos levantados hacia arriba. Yo sabía cuál era: Whitey! Grité; Luego escuché el grito de Justy, y en menos de un segundo, estaba bajo el agua. No sabía si mis piernas estaban en parte o totalmente en su boca . Miles de pensamientos cruzaban por mi cabeza. Empujé mis manos hacia arriba y sentí el tiburón sobre mí.
Pensé de deshacerme del cordon que me ligaba a la tabla y nadar lejos. Entonces, alzando la cabeza y observé al tiburón sumergirse. Vi la cola de mi tabla de surf y ojos de Justy casi fuera de sus orbitas. Sabía que todavía tenía mis brazos, así que comencé a nadar hacia orilla mientras que Justy nadaba rapidamente .
Una ola vino, y Justy estaba en el punto justo, la cogiò y se lanzò velozmente hacia la orilla. Yo en cambio, pensé que era un aperitivo. Pensé que el tiburón al verme nadar me atacaría sin equivocarse nuevamente, pensé en el momento que me atacaría con sus mandibulas mortales, era posible que, entonces me tragaría completamente. En ese instante una ola vino y rompió en mi cabeza. Maldije esa ola.
Continué nadando, y de pronto otra ola comenzó a romperse . Agarrè fuertemente el extremo de mi tabla de surf que venia arrastrando, puse debajo de mí y tomando al cresta de la ola fui transportado a la orillaY desde muy profundo de mi, senti un enorme suspiro. Lo había logrado. Me arrodillé e inlcinandome controlé mis piernas y no podía creer, no tenía ni un rasguño. El extremo delantero de mi tabla estaba arruinado en orilla con las marcas de los dientes.
La enorme boca del tiburon de 14 a 16 pulgadas había fallado, de morderme por una pulgada,y habria sido el fin para mi, el tiburón habría conseguido definitivamente comerme.
Yo fuí afortunado. Tenia algo para pensar la próxima vez en el agua: Usted no es alimento del supermercado, pero si no tiene suerte puede ser que termine para arriba como comida.
Jack Wolf
Santa Cruz, California
TIBURON TIGRE.
Otra ola más , y Jesse Spenser hubiera salido del agua. Después de haber practicado surfing casi hasta el anochecer, divertiendose con olas de más de 60cm en Old Airport, al norte de Kailua - Kona en Big Island ( así es llamada la isla de Hawai) el joven se encontraba esperando las ultimas olas, antes de salir.En ése preciso instante fué agredido, algo grande, potente y determinado golpeó el lado derecho de la tabla de Spencer, haciendolo caer a su costado derecho. Spencer reaccionó girando rápidamente para ver que cosa había golpeado y se encontró cara a cara con las fauces de un tiburón tigre de casi tres metros de largo. El pez habia saltado asi tanto fuera del agua, que la punta de su nariz golpeó un costado de su cabeza, dejandolo casi inconsciente y con las sensación de que todo daba vueltas. " De pronto, el tiburón ya estaba a mi derecha..." Comenta Spencer tres semanas mas tarde, y luego de tres interventos quirurgicos, " y tenía una velocidad tan grande, que me alzó del agua y de la tabla, aferrandome por la espalda y el brazo derecho", logré verle casi totalmente el tiburón, cuando se lanzó sobre mi: no podia verle los dientes porque tenía la boca cerrada en torno a mi brazo. Mi codo, estaba practicamente en su garganta.
El tiburón cercenó solamente una pequeña parte del brazo de Spencer y un pequeño pedazo de la tabla, pero los daños del brazo fueron terribles. La mordedura cortó musculos, tendones, ligamentos, venas, nervios y arterias del bicep, destrozando el hueso a 360 grados. Las heridas del antebrazo no fueron tan grandes, pero de todos modos muy profundas. Spencer, era un surfista con 2 años de experiencia, y no sintió miedo ni pánico durante el ataque, que duraron varios segundos, y comenta: " el tiburón comenzó sacudirme, aferrado de mi brazo de adelante hacia atrás. Podia sentir claramente como los dientes serruchaban el hueso de mi brazo".
De pronto, el tiburón desapareció con la misma velocidad con la cuál me atacó. Spencer intentó remar con los dos brazos, pero su brazo derecho estaba "hecho pedazos", aún asi se coge con el brazo izquierdo de la tabla, mientras intentaba de alcanzar la playa, a más de cien metros impulsandose solamnete con las piernas. " La sangre manchaba el agua" comenta su amigo Bala Clark, quien ayudó a Spencer, mientras gritaba a la gente de la playa, para que llamase una ambulancia. En ese momento una ola rompe detràs de Spencer haciendolo caer de nuevo de la tabla. " Mi preocupación era de alcanzar la playa, puesto que sangraba mucho y la cabeza me daba vueltas" decía el joven.
Una vez en la orilla, Jesse cayó de espaldas y muchas personas corrieron a ayudarlo. Una ambulancia lo transportó al Kona Hospital donde fué sometido a una operación de cuatro horas, para unir las arterias y comenzar a hacer circular la sangre. Después Spencer fué transportado a Honolulu el dia siguiente del ataque, donde le hicieron dos nuevas operaciones. Desgraciadamente se agravó cuando se le infectaron 2 operaciones, que impidieron que se sanara rapidamente, finalmente luego de un tiempo logró superar la situación.
A pesar de la terrible aventura, Spencer afirma que una vez terminada la rehabilitación, intentará continuar a practicar el Surfing, pero no en la misma playa, y tampoco " del amancer al anochecer".".