Resumen Historico

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Las más antiguas colonias humanas en esta parte de la zona de Biella tienen su origen en el Paleolítico medio, según los artefactos de piedra descubiertos en el 1974 cerca de las riberas de los ríos Ostola y Osterla.

   En época prehistórica encontramos los Ligures y después, desde la segunda mitad del primer milenio a.C., los Celtas, hasta la ocupación romana avenida en el segundo siglo a.C., que tocó solo marginalmente las áreas de montaña y colinas. Más bien se limitó a controlar las vías de tránsito por los pasos alpinos, mediante la construcción de centros comerciales y guarniciones militares, entre ellos el Castrum Quirinum de que después derivará el nombre Curino.

  El primer centro del que hay noticias históricas ciertas es Sostegno, citado en un documento del 882, por sus canteras de cal, que se utilizaban probablemente ya en la época romana. Desde el siglo X, todas estas tierras fueron donadas por los emperadores a la iglesia de Vercelli, y su historia, a consecuencia de investiduras y conflictos, se fue diferenciando en los siglos sucesivos.

  En la Edad Media Curino era parte del Séquito de Pombia que Arduino d'Ivrea había cedido a su hermano Umberto y que, después de la caída del Primer Rey de Italia, pasaba en el 1014 al Obispo de Vercelli Uguccione; en el 1243 fue vendido, por el legado del papa, al Municipio de Vercelli, sólo que después fue reivindicado por el Obispo de Vercelli, Martino de los Avogodro de Quaregna, quien no reconoció la venta, así como más tarde hizo también el papa. En el 1394 Nicolò Fieschi, conde de Lavagna, lo obtuvo como feudo perpetuo a favor del hijo Antonio Fieschi.  

  Curino entonces prácticamente quedó ligado al feudo pontificio de Masserano y, siguiendo su historia, quedó independiente de los Savoya hasta el 1767.  El Feudo pontificio de Masserano, junto a lo de Crevacuore, fue reinado primero por los Fieschi  condes de Lavagna y después por los Ferrero Fieschi, ascendiendo de Condado a Margraviato y al fin hasta Principado.

   Gracias al favorable sistema aduanero del feudo de Masserano, Curino llegó a ser un centro de actividades de intercambio con la Valsessera, la Valsesia y el llano de Vercelli; el nombre del poblado Gabella probablemente tiene su origen en aquel entonces.

   En el curso del siglo XX, Curino, como toda la provincia de Biella, fue envuelta en un vehemente fenómeno de emigración que condujo a la despoblación de los pueblos: los Curineses emigraron primero como temporeros ejecutando actividades de zapateros y toneleros, después como albañiles y carpinteros, sobre todo a Suiza, pero también a Francia, los Estados Unidos, Argentina y Sudáfrica.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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