El barrio de San Mauricio comprendía la zona noreste de la ciudad. Empezaba en la puerta Fontana (actual Puerta Aosta) y llegaba hasta el puente viejo.
Las partes norte, oeste y sur estaban delimitadas por las respectivas zonas del recinto externo de las murallas. Probablemente, un recinto interno delimitaba la zona este. En la zona septentrional de San Mauricio, en la cima, se abría la plaza llamada del Mercado (hoy plaza de la Credenza) creada en 1331 para acoger el mercado de la ciudad. Sobre el lado sur se levanta el palacio de la Credenza en el que tenían la sede y se reunían los Credendari o Consejeros comunales de Ivrea que formaban el parlamento eporediense. De la plaza partía la Rúa de los Huevos, hoy Vía Marsala, que seguía en pendiente hasta la |
iglesia de San Mauricio. Detrás de la vía Magna Burgi, en un alto cuyo vertiente sur daba directamente al Dora, surgía el Castellaccio o Castellazzo, que era la morada del señor de Ivrea en la época del feudalismo. Según los Estatutos de 1313 el barrio de San Mauricio debía hacer la guardia en el Postigo del Mercado, en la Puerta Calderera y en la del Puente.
1 - Postigo del Mercado - En las fortificaciones del pasado se llamaba postigo (postierla, posterla) a la apertura practicada en un lugar escondido para asegurar un pasaje de emergencia. El postigo del mercado estaba situado en el extremo occidental de la plaza del mismo nombre y se abría sobre la rampa de escalones bajos que todavía es posible recorrer hoy para acceder a la plaza del hospital.
2 - Puerta Calderera - La puerta Calderera se llamaba también Caldera o Caldara. Se abría en el ángulo noroeste de la actual plaza Maretta. En 1789 todavía había allí, con toda seguridad, un cuerpo de guardia que se cita en un plano conservado en el archivo municipal. La puerta Caldara debió de ser destruida después de 1847 porque todavía aparece presente en un dibujo de aquella fecha.
3 - Puerta del Puente - El actual Puente Viejo, llamado también Puente canavese, era en la Edad Media de madera y cubierto. En la parte del Borghetto, a la orilla derecha del Dora, estaba defendido por una torre almenada cuadrangular a la cual se accedía mediante un puente levadizo. La puerta del Puente tenía particular importancia porque era la única que permitía la comunicación con la zona suroeste del Canavese. La entrada por la puerta del Puente, así como por las otras puertas, sólo se permitía pagando tarifas especiales.