LOS HOSPITALES EN LA EDAD MEDIA

Con el término hospital se designaba a un lugar destinado a ofrecer hospitalidad a quien la necesitase (domus ospitalis). Por lo tanto, no se entendía exactamente por hospital lo que entendemos hoy día, "lugar donde se cura a los enfermos". Sólo a lo largo del siglo XV se fundaron hospitales que, como el Santa Ana, de Ferrara (1440), y el San Mateo, de Pavía (1449), se convirtieron en lugares para curar enfermos; es decir, hospitales en el sentido actual.

La función principal de un hospital era la de acoger a los peregrinos, sobre todo a los que no podían pagarse una cama en una posada. Por este motivo, los hospitales se encontraban en las vías que llevaban, desde toda Europa, hacia las grandes metas de peregrinación: Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela, etc. Había hospitales en las ciudades, pero también fuera de las murallas, para ofrecer refugio a los peregrinos aun llegando entrada la noche, cuando las puertas de la ciudad ya estaban cerradas.

En la Edad Media había tres tipos de hospitales: los "xenodochios" para los forasteros, los "ptochi" para los pobres, y los que eran para los enfermos pobres que sufrían enfermedades o o lesiones incurables (ciegos, tullidos, etc.). No obstante, a menudo se encontraban dos o las tres funciones en el mismo hospital, ofrecidas en locales distintos.

Los hospitales eran instituciones religiosas, pertenecían normalmente a un monasterio o a una parroquia y vivían de las rentas producidas por legados de ciudadanos y de limosnas. No podían ofrecer mucho: por lo general, una cama o, más a menudo, un jergón en una estancia común. Cuando no estaban adyacentes a un monasterio o a una iglesia, tenían una capilla. Habitualmente no daban de comer a los peregrinos, mientras que con los pobres y los enfermos cada hospital se comportaba según sus posibilidades.

En un documento del 16 de enero de1346, del Hospital de la Misericordia de Ivrea, se lee: "se da a cada enfermo de comer según las posibilidades de la casa y, cuando no es posible, se les preparan buenos lechos… a los pobres no se les da comida todos los días, porque, cuando pueden caminar, van a pedir limosna y al anochecer vuelven a sus camas". Además, por lo que respecta a los enfermos, se lee: "cuando es necesario, se manda llamar al médico para curarlos". Esta frase es muy interesante porque precisa que el hospital no era para enfermos, como lo entendemos hoy, un sitio de cura, sino solamente un lugar de asistencia, en el que se llamaba al médico sólo en caso de necesidad.

Un poco diferente era la suerte de los enfermos ingresados en los hospitales de los monasterios o de las abadías, porque en ellos había monjes expertos en el cultivo y en la recolección de hierbas medicinales y en la preparación de medicinas.