Relación Giuliani: "Exasperatismo y
Bidón" (contenedor de basura)
Conferencia del 10 de dic de 2001 en el Instituto italiano para los estudios
filosóficos sobre "la Creatividad en la era de la globalización. Hipótesis de
reconciliación"¿Como ha nacido la idea del bidón simbolo del
"Exasperatismo"? Me parece apropiado empezar propio por este punto. El que
suscribe ha elevado a símbolo del exasperatismo el bidón "contenedor de
basura" expuesto en este autoritario lugar. Es un bidón aparecido cuando empezaron
los trabajos del metro en la calle Salvator Rosa, muy aplastado, herido, lleno de
experiencias. Lo utilizaban para evitar la parada de los coches delante de las tiendas, lo
utilizaba quien lo necesitaba: por el mismo motivo yo también lo utilice, en frente de mi
galería. Pobre bidón a menudo venia golpeado por los coches durante las maniobras,
desplazado continuamente a mano a según de las exigencias. Al verle constantemente
maltratado, probaba cierta compasión, piedad, naturalmente porque sugería una natural
analogía con las continuas pruebas, sufrimientos, "golpes" a las que viene
cotidianamente sometida la vida en la que tienen el mismo destino los hombres, los
animales, las plantas, todas las cosas. Cada evento parece ocurrir en la total
indiferencia, o mejor en la total resignación de quien debe sufrir un destino
condicionado por una trágica necesidad, privado de cualquiera alternativa. Todos nos
parecemos a náufragos cansados en poder a las olas, a huérfanos en la espera de
adopciones, a sobrevivientes a trágicos accidentes de trayectoria. Estamos trastornados,
asustados, totalmente impotentes. ¿Pero quien es el artífice irresponsable de nuestra
impotencia? ¿Quien ha reducido nuestro bidón en un estado piadoso? Se trata del mismo
hombre, verdugo y victima al mismo tiempo, inventor, ejecutor y "consumidor",
actor-espectador de la exasperación global que distingue nuestro tiempo. De mis
consideraciones y reflexiones ha nacido el bidón simbolo de "el Exasperatismo".
El Exaperatismo representa, por lo dicho, el mundo en el cual todos nosotros
conducimos nuestras vidas. En todos los sectores de la sociedad, en todos los campos de la
búsqueda, en todos los aspectos del vivir cotidiano, se revelan exageraciones y formas
exasperadas. Ejemplos significativos están reconocidos en los mas recientes procesos de
manipulación genética, de clonación, de experimentos en vidrio de distinta naturaleza.
Los diferentes tipos de contaminación, terrestre, hídrico, atmosférico,
electromagnético, son una clara consecuencia del grado de exasperación, a veces no
controlable, de nuestro alabado progreso que, con un poco de juicio restante, haremos bien
en llamarlo "regreso". El agujero del ozono y el consiguiente deshielo de los
glaciales, el aumento de las temperaturas del globo, hacen el ambiente calenturiento y
malsano. Nuestra tierra ya esta herida, en gangrena, indiscutiblemente enferma. El bidón
viejo, malsano, golpeado, deteriorado, es también metáfora de la tierra, así como la he
descripta, con sus miserias. Las vejaciones por esta, constantemente experimentadas en los
últimos dos siglos, son las traiciones, las frías determinaciones de la humana locura,
los ataques directos e indirectos, que han transformado el bidón contenedor del sentido
literario del termino en el bidón-estafa-timo del despreciable significado popular. Es
por lo tanto el hombre la lucida, o mejor obscura, dirección de tal metamorfosis, el
artífice del maleficio gracias al cual el bidón-contendor se transforma en
bidón-estafa. El sentido literal se encuentra y coincide con el metafórico. Y llegamos a
la ironía y a la paradoja juntos: la alteración-conversión se retuerce contra el
artífice, a su vez bidón-contenedor transformado en bidón-estafa..Esta idea no tiene la
pretensión de ser revolucionaria, ni se pone en términos de quizás cual descubrimiento
sensacionalista, quiere solo ser una toma de conciencia, un invito a la reflexión y al
cambio de opinión ponderado y responsable, para reavivar el proyecto de nuestra
existencia en esta tierra para evitar alcanzar un punto de no vuelta atrás. Es deber de
nosotros, ciudadanos de este mundo operar las oportunas renuncias, e inventar nuevas
estrategias y saber encontrar sistemas de vivir dignamente para mejorar la calidad de vida
y sanar, por cuanto es posible, las heridas y las laceraciones del bidón-tierra y del
bidón-hombre. En declarada humildad, ruego a cuantos comparten mis preocupaciones, de
expresar su opinión y dar su contribución de ideas a apoyar el Movimiento. Concluyo esta
intervención con los siguientes versos del filosofo Zen, que me parecen particularmente
en línea con lo que acabo de exponer.
"... de esta y aquella manera intente salvar el viejo cubo ya que la cuerda de
bambú estaba deteriorada y estaba a punto de romperse. Después de repente el fondo se
despego y cayo.
¡Nada de agua en el cubo!
¡Nada de luna en el agua!"
Adolfo Giuliani |