Enfermedad y espiritualidad

Curar

Emerita

De las Sagradas Escrituras

"Y el antiguo dragón fue echado, la antigua serpiente, que se llamaba diablo y satanás...pero ay de la tierra y el mar, porque el diablo ha bajado hasta vosotros con gran ira".

En el Apocalpsis aparece claro que quien nos desestabiliza es el diablo..

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Génesis del mal

El Demonio tienta con astucia al hombre moderno como hizo con Eva, mediante persuasivas palabras: "Seréis como dioses". Atraidos por esta seducción intelectual, el hombre se aleja de Dios porque desea sustituirLo para quedar él como señor insiscutible de las cosas.
Sumergido en su orgullo, el hombre no comprende lo ridículo de esta pretensión, pues en su finitud y fragilidad, ¿cómo podría gestionar el mundo y el universo entero?.

Y al contrario, el hombre debería alejarse de esta nociva seducción para adquirir la conciencia de que sólo Dios, y sólo Él, puede ser el Señor de todas las cosas. El poder de Dios lo revela cuando dice: "Mirad a los pájaros del cielo. No siembran ni siegan, ni almacenan en graneros y vuestro Padre Celestial los alimenta, ¿no valéis vosotros más que ellos?". Sí, cuando el hombre vuelve a Dios, encuentra, en su poder benéfico, el bienestar físico e interior.

Por eso Jesús nos exhorta a "Buscar primero el Reino de Dios... todo lo demás se os dará por añadidura". La añadidura, después de ponerse bajo la dirección de Dios, es el bienestar completo.

Jesús lo predica y lo anuncia: "El Reino de Dios está en medio de vosotros". El poder de Dios ha entrado en el mundo mediante la encarnación de Jesús, Dios hecho hmbre. Juan Bautista lo intuye y para confirmarlo envía a dos discípulos a preguntar: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". Jesús no pronuncia palabra, pero, en el mismo instante cura muchas enfermedades, enfermedades de esp+íritus malignos, devuelve la vista a muchos ciegos, hechos que confirman su divinidad. Luego, dirigiéndose a los discípulos de Juan dice: "Id y referid a Juan lo que habéis visto y oído".

Jesús obra en el mundo con la Fuerza de Dios, y con su fuerza, que se concentra en la lucha contra la enfermedad. Como consecuencia los ciegos recuperan la vista, los leprosos regresan sanos, los cojos caminan, los sordos oyen: una visión de humanidad sufriente vuelve con salud y alegría.

Y toda la vida, Jesús la vive predicando y curando. Él no predica sin curar, ni cura sin predicar, pero ejercita estos dos misterios integrándolos. Jesús ha compartido el misterio de la curación con sus discípulos y con todos aquelllos que, de generacipón en generación, creen en Él. No sólo ha prometido obrar prodigios aun más grandes para quien ha recibido la efusión de Su mismo Espíritu.

Dice Jesús: "Feliz el que no se escandaliza de mí" y el escándalo consiste en dudar de sus obras. Juan, de hecho, en el resumen de la vida de Jesús, pone esta pregunta: "¿Qué ha venido a hacer Jesús?". Luego responde del siguiente modo: Ha venido a liberar a todos los que estaban bajo el poder del diablo: y el poder del diablo se manifiesta en la enfermedad.

Nunca se debe infravalorar la astucia y los engaños del demonio, puesto que el deseo consiste en arrastrarnos al error e instaurar en nosotros su hegemonía. Satanás quiere engañarnos con que él no existe, que el mal y el pecado sólo son un concepto moral nacido en sociedades mediavales formados por efectos de mala educación. Elaborados y difundidos estos conceptos, será fácil conducirnos hacia sus innumerables trampas. No sólo aventaja en nuestra falta de fe y de la fragilidad humana para crear miedoy eclipsa la confianza en el Señor, sino que también suprime el amor y la misericordia.

Es muy poderoso, usa la seducción, la tortuosa mentira para esconderse y actuar con libertad. Gusta de estar en la sombra, prodiga la ayuda a quien predica su inexistencia. Quien presta atención a esto, se pone a su servicio.

Entra en nuestra vida por el corazón, el deseo, la satisfacción, el poder, pero antes debe depravar nuestra inteligencia cambiando la verdad por mentiras, pues de otro modo no sería posible. Para desenmeascarar su obra, vigilemos nuestras acciones.

Si en nosotros hay soberbia, altivez, ultrajes, maledicencias, envidias, orgullo...entonces Satanás se ha adueñado de nuestras acciones y será un problema escapar de sus garras para obrar un cambio virtuoso.

Nuestra sociedad hedonista se basa en el placer como sumo bien a conseguir, como fin exclusivo de la vida. Y esta mentalidad de gozar, inculcada en nosotros, nos ha transformado en nua masa de moluscos incapaces de cualquier privación. Es el resultado de la enorme influencia del Maligno, dice Jesús: "Esta clase de demonios no se puede echar de modo alguno, sino con la oración".

Con la plegaria inicia un recorrido espiritual para reestablecer el diálogoo del alma con Dios, en un itinerario de fe y esperanza. Con esta práctica virtuosa el alma concentra su atención en la presencia de Dios. Canta David: "Si subo al Cielo, oh Dios mío, tú estás allí; si desciendo a los infiernos, tú estás allí". La mano de Dios, dice David, ha hecho prodigios: No moriré, sino que viviré, y contaré con el corazón, con la boca y con las obras las maravillas de tu bondad.

Urgente es la invitación del Evangelio a orar incesantemente con oraciones matutinas o vespertinas, alternadas con sencillas jaculatorias, por ejemplo: "Señor ten piedad de mí". El Señor, que escucha siempre nuestrs súplicas, correrá solícito en nuestra ayuda.

Si en tu corazón se ha instalado el deseo de ayudar a los hermanos necesitados que se debaten en el sufrimiento, o en la soledad, recuerda que la oración es una de las más grandes obras de caridad. Aumenta tu alegría, únete a nuestro grupo de oración, visita el Sitio Web "Monasterio Invisible de Caridad y Fraternidad". Te acogeremos con los brazos abiertos.