Monasterio invisible


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Por mi culpa yo estaba lejos de Ti Jesús, como yo estaba fuera de mí mismo.

Me salvaste de la oscuridad antes de mi último aliento.

Ahora, siento las emociones en mi corazón, en mi alma y revivo en paz.

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Historia de un alma

Maestro, estoy aquí para escribir que, cuando veo una foto donde se representa la Última Cena con sus doce apóstoles. Bajo el marco, en el sofá, en mi mente veo a mi madre sentada con el sufrimiento reflejado en su rostro por su enfermedad. Ahora, siento las emociones en mi corazón, en mi alma y revivo en paz porque sé que es seguro que está contigo. Tu Señor la amas, como siempre la has amado, la has protegido, y ahora ella está a Tu lado en la eternidad.

Te agradezco ya que era una madre maravillosa, tengo fe en Ti y sé que está cerca de Ti. Como sabes, Tu que eres mi luz, has sido capaz de conducirnos a Corrado y a mí, yo estaba fuera de mí, lejos de Ti. Admito, que los discursos sobre Ti, no los entendía, y pensaba: "Sí" interiorizar y meditar sobre ellos. Sólo más tarde los pude entender. Yo sé, que a través de ellos Tú me has salvado, me estaba ahogando en la oscuridad, me tomaste por los cabellos, antes de mi último aliento. Él oró por mí y vi una túnica blanca, esperando que te diga: "¡Sálvame". Te acercaste y sentí tu mano derecha sobre mi cabeza, "Levántate Jerusalén! Despójate de tu tristeza". Lloré de alegría.

Mi Jesús, yo estaba enojado contigo y con todo el mundo, mis días fueron una supervivencia, las noches piadosas eran a menudo pesadillas. Ahora te oigo, siento paz, siento amor. Mi oración es la alabanza hacia Ti y María. El estar en comunión contigo, es un bálsamo que alegra mi alma. Cuando entro en Tu iglesia, me siento protegida, al dialogar contigo...

Un miércoles, cuando supe que tenía que ser operada, te dije: "Señor, te ofrezco mis males y siempre se haga Tu voluntad y no la mía." Maestro, no me siento triste porque los veo como signos; no me daba cuenta que estaba en el camino de la autodestrucción. Todo el mal que dominaba mi mente, gota a gota, fue minando mi carne, y ni siquiera me daba cuenta.

"Corrado gracias. Abrí los ojos y me di cuenta de lo mucho que estaba enferma!" Sólo puedo decirte Maestro y Corrado: "Mi culpa, por mi culpa, mi gran culpa" Yo ya no podía rezar y ahora, no tengo ni voz, porque mi garganta está enferma. Yo quería una familia, para que yo como humana no me sienta sola y mi estómago está enfermo.

En mi última conversación telefónica con Conrado, me hizo una pregunta acerca de la confianza, diciendo: "¿Dime el nombre de un amigo en quien tengas confianza ciega" Yo le respondí. "Soy escéptica con las amistades." Después de esa respuesta, me hice muchas preguntas: "¿Cómo puedo confiar, si yo no confío en nadie, seré siempre desconfiada. ¿Cómo puedo amar sino me amo?"

Jesús mío te he revelado mi sordera, tener fe es el medio para tener de inmediato la respuesta: "Sí" la gracia que te pedimos. Yo creo Señor que todo será mejor porque Tu estás conmigo, quiero vivir mi vida contigo y ser capaz de mostrar a los demás que la felicidad está sólo en Tu amor. El Amor Supremo es la esperanza. El amor hace maravillas.

Maestro ayer estuve en la montaña y asistí a la misa del domingo. En la iglesia había una hermosa pintura de la Virgen de las tres colinas que rodeaba, con un velo blanco, todas las montañas de abajo. En ese instante me sentí rodeada por el manto. Mi corazón latía y me acordé de Corrado y todos los hermanos del monasterio, todas las personas que me aman y los que en ese momento estaban sufriendo, mi propio sufrimiento; Entonces dije: "Gracias, gracias, gracias ..." esta es mi vida de nuevo.

En estos días el Señor me ha dado la oportunidad de conocer a unos jóvenes que han perdido a ambos padres y una hermana, mi mejor amiga de la infancia.
Vi en sus ojos la misma rabia que tenía, yo sé que no es Tu culpa, Tu has vencido a la muerte, dijiste: "Padre, si tu puedes aleja de mí este Caliz". Suavemente traté de consolarlos, pero antes de hablar, te pedí ayuda, gracias porque han escuchado, porque saben que yo sé lo que significa perder a un ser querido.

Jesús! ¿Cómo podría yo dar testimonio de que Tu eres la "esperanza" sin que Tu me hubieras enseñado a creer en Ti. Recuerdo las palabras de Conrado: "Julia, todo tiene sentido ..." Señor, a menudo me has hablado de los talentos. Yo siempre he dicho que no tengo "talento", pero el me dice que es: imposible, todo el mundo tiene !! Yo estoy con ustedes y he sido capaz de encontrar consuelo en las palabras provenientes de Tu Luz, en ese momento las lágrimas no han cesado, Maestro es esto un talento? Pronto llegará el momento de mi diálogo con Corrado, mi profesor de la Esperanza, gracias por este hermano que hace maravillas Contigo. Te alabamos, por Corrado porque un día estará contigo en el cielo, Él me trajo de nuevo a Ti, y Tu le darás todas las gracias que todavía se necesitan para ayudar a muchas, muchas almas.

Señor, mi nueva llamada al sufrimiento quiero que sea un signo de purificación, este dolor te lo quiero ofrecer, porque Tu sabes lo que significa sufrir.
Tengo fe en Ti y con la misma fe me uno a Corrado y a los hermanos del Monasterio Invisible de Caridad y Hermandad y les dedico desde el fondo de mi corazón este cántico:
"Doy gracias a mi Señor, ya no tengo miedo, porque con mis manos en las manos de mis amigos, no me siento cansada y miro hacia delante porque Tu estás en mi camino. Tu estuviste detrás mío, cada vez que me asediaba el miedo, la duda, siento una gran alegría en mi corazón, si pienso en tu bondad, oh mi Señor;
Has hecho el cielo por encima de mí, hiciste el sol, el mar y las flores. Pero el mejor regalo que me ha dado mi Señor estaba en la vida y en Tu amor".

Mis mejores deseos para ti Corrado, por haberme explicado que todos somos parte de la "creación". El Señor cuida de todos ... Una rosa en medio de la inmundicia sigue siendo una rosa. Gracias Te amo, en verdad, Te quiero! Un abrazo con inmenso cariño.
. Jiulia