Oración

La oración

Oración

Energía

El premio Nobel Profesor Médico Alexis Carrela ha definido a la oración, como la más poderosa fuente de energía. El Dr. N.J.Stowell ha medido el efecto de la oración, cuenta: Era un cínico, un ateo y creía que Dios era sólo una imaginación de la mente humana.

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Forma de energía

Un día trabajaba en un gran laboratorio patológivo de una clínica. Estaba ocupado en medir la longitud de onda y la intensidad de la irradiación de los cerebros humanos. Con mis colaboradores decidimos estudiar lo que sucede en el cerebro humano durante el tránsito de la vida a la muerte. A tal propósito habíamos elegido a una mujer que sufría de un tumor cerebral maligno. La mujer estaba perfectamente física y mentalmente. Su serenidad nos cautivó. Sabíamos que iba a morir y también ella lo sabía. Poco antes de su muerte pusimos en su habitación un aparato de registro ultrasensible que debía indicarnos lo que ocurriría en su cerebro en los últimos minutos de vida. Sobre la cama pusimos un pequeño micrófono por si dijese alguna cosa en los últimos instantes. En el intervalo nos fuimos a la habitación siguiente.Éramos cinco científicos y yo era el más insensible. Durante la espera nos mantuvimos de pie ante nuestros instrumentos. La aguja estaba sobre cero y podía oscilar entre los 500 grados a la derecha en valores positivos y 500 grados a la izquierda en los negativos.

Algún tiempo antes, con la ayuda del mismo aparato, habíamos medido una estación radio cuyo programa se irradiaba en el éter con una potencia de 50 Kw, donde emitían una noticia que debía ser transmitida en todo el planeta. Durante esta prueba constatamos una medida de 9 grados.

El último instante de la enferma parecía acercarse. De repente oímos que se puso a rezar y a alabar a Dios. Le pidió perdón para todas las personas que le habían hecho daño en la vida y luego añadió: Sé que Tú eres la única fuente de vida digna de confianza para todas tus criaturas. Le agradeció por su fuerza, con la cual le había guiado en toda su existencia. Afirmaba que su amor no había disminuido a pesar de todos los sufrimientos. Y en la perspectiva del perdón de sus pecados por medio de Jesús, emanaba una alegría inexplicable. Con la boca abierta nos quedamos alrededor de nuestros aparatos, sin avergonzarnos de nuestras lágrimas. De repente, mientras la señora seguía rezando oímos un tintineo en nuestro aparato. Una aguja se había posicionado a 500 grados a la derecha y se agitaba repetidamente contra el obstáculo. Habíamos hecho un descubrimiento prodigioso: el cerebro de una moribunda, en contacto con Dios, desarrollaba una potencia 55 veces más fuerte que toda la irradiación universal de la radiodifusión. Para comprobar nuestras observaciones, decidimos hacer otro experimento. Pedimos a la enfermera estimular en tal sentido a un enfermo. El hombre reaccionó con injurias e imprecaciones y se dirigió a Dios de forma blasfema.

Hubo algunos tintineos en nuestros aparatos. Estábamos aturdidos: la aguja oscilando contra el obstáculo se había roto bajo los 500 grados negativos a la izquierda. Lo había conseguido demostrar de modo científico la fuerza positiva de Dios, incluso también la fuerza negativa del adversario. Desde aquel momento mi concepción atea comenzó a colapsarse.

En un hospital se hicieron experimentos para comprobar la eficacia de la oración en la curación de enfermos. Un grupo de personas se ofrecieron voluntarias para orar por algunos presos. El resultado fue que éstos curaban antes que los demás. Fueron hechas otras pruebas, pero esta vez se asociaron otras personas a los enfermos, de modo que no se supiese por quien estaban orando. También en este caso, los resultados fueron sorprendentes. Las personas mezcladas, sin saberlo ellas mismas, curaron antes que las demás.

En EEUU y Japón han sido efectuados experimentos de la meditación profunda. Ésta hacía disminuir los niveles de ansiedad, colesterol y adrenalina mientras hacía aumentar los niveles de serotonina. Además de los beneficios demostrados, se incluían reducción de la presión sanguinea, mal de la cabeza, beneficioss ligados a transtornos en el colon irritable, reducción de la producción de cortisonas (hormonas del estrés), aumento de tetosterona, aumento de la coherencia cerebral entre el hemisferio derecho e izquierdo. Pero la oración no hace bien sólo al destinatario, hace bien, sobre todo, a sí mismo porque permite la relajación neuromuscular, farorece la calma, la serenidad y la paz interior.

La oración me ha demostrado que algunas cosas existen, a prescindir de nuestra capacidad de proporcionar pruebas. Sé que somos capaces de grandes posibilidades y de una inexpresable y profunda capacidad de amar. Y lo más importante. sé que existe la posibilidad de poner fin al sufrimiento de todas las criaturas, haciendo honor a la sacralidad de la vida. Este escenario está ya con nosotros, aquí y ahora. Sé que estas cosas son verdad porque las he visto. El momento en que admitimos estas posibilidades, en una escala masiva, se convierte en una gran esperanza.