María Virgen


Corazón de madre

Monasterio En este abandono me parece de oír tu dulce voz.

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Sede de la Sabiduría

"Os amo con todo el corazón y como una madre os abrazo con amor filial, ¿Sentís como mi corazón arde de amor? Aquellos que me invocan con seguridad no quedarán desilusionados. Aquellos que, con devoción lleguen hasta mí buscando ayuda y gracias, no retornarán sin haber sido tocados por la misericordia de mi corazón.

No olvidéis nunca el sacrificio que ha sido ofrecido por vosotros. El grito de la cruz debe sonar de nuevo en vuestros corazones y transformarlos en ríos de fervor, de agradecimiento y de amor hacia Él, que todo os ha dado. Soy vuestra Madre Celestial y deseo inmensamente vuestro bien, escuchad ¡oh hijos! la llamada del amor, dejaos conducir de la mano por las sendas de la Verdad. Las cadenas de la carne oprimen el espíritu, liberaos totalmente de ellas. Recordad que nada es más fuerte que el deseo y la voluntad de conversión.

¿Sois humillados?, ¿estáis débiles, deprimimos o cansados? No importa, traedme vuestras penas y deseos, los haré míos. La Misericordia no atiende a vuestros méritos para obrar, espera la apertura de los corazones. ¡Cuántos son salvados aferrándose a ella! Cualquier cosa que sea para vuestro bien, si es pedida con fe, os será concedida.

¡Oh hijos predilectos, que habéis comprendido el lenguaje del amor! Os llevo en mi corazón y rogaré por vosotros para que desciendan del cielo abundantes gracias, las que necesitéis para llegar a mi Hijo, y Él os llevará al Padre. Os lo suplico, rezad conmigo por la Iglesia y por la salvación de los pecadores.

Cuántos de mis hijos están sobre el camino errado, cuánto dolor veo en sus corazones, duros como una piedra, rebeldes a cada llamada. No saben pobres hijos, cuán tremendo futuro les espera.

Rezad con fervor para que en el mundo prevalezca el bien y que la luz ilumine a todos los pueblos. Quién hace la voluntad del Padre, no sentirá temor, porque en el corazón tendrá una fuerza que no será la suya. Yo leo en vuestros corazones y como una madre os acuno dulcemente sobre Mi Corazón, confiad de mi ayuda".

Oración

María la más dulce, la más amable Madre, tus altares están rodeados de mucha gente que está rogando ser sanados de enfermedades, que se les ayude en sus necesidades, te piden cierta prosperidad económica, otros la victoria en una pelea.

Te pedimos la gracia que más le gusta a tu corazón: que nos concedas la humildad, desapego de las cosas terrenas, abandono a la voluntad divina; obtener el santo amor de Dios, la buena muerte, el Paraíso.

Señora, cambia a los pecadores en santos; concédenos este milagro que te dará mayor honor que devolver la vista a los ciegos y resucitar a miles de muertos.

Eres tan poderosa con Dios, de hecho, basta con decir que eres su madre, su más querida criatura, llena de su gracia; ¿Qué cosa te podría negar?

Oh, hermosa reina, no pretendemos verte todo el tiempo que vivimos en la tierra, pero queremos llegar a admirarte en el paraíso.

Es un regalo que te pedimos. Tu puedes obtenerlo. En ti esperamos con la certeza de ser escuchados.

Amén.
(Las Glorias de María - San Alfonso)