Estimados amigos de la GEV, en especial, querido amigo Darío S.
 
Han sido muchas las personas que han venido a este pequeño país Latinoamericano producto de este esfuerzo liderado y conducido por Darío.  Han sido muchos los proyectos que se han hecho y muchos los logros alcanzados... sólo esto debería ser motivo de orgullo para todos, en especial para ti, Darío.  Pero creo que estas cosas representan el menor de los logros.
 
A mi parecer, lograr acercarnos más a una conciencia de que vivimos en un planeta y alejarnos poco a poco de esa idea de que vivimos solo en una casa, puede darnos más esperanzas de que la humanidad podrá salir adelante con el reto de mantener a esta nave espacial en la que vivimos girando sobre su eje.  Todos los acuerdos internacional, Estocolmo, Río, Kyoto, Johannesburgo y todos los demás son importantes y ayudan a la causa, pero lamentablemente los cambios no se hacen en esas reuniones, los cambios se hacen en nuestra vida diaria, en nuestras cotidianas decisiones y en la medida en que entendemos como ellas afectan a todo el planeta.
 
Por eso, no son los kilómetros de sendero que hayan reparado en nuestras áreas protegidas, los metros cuadrados de construcción que hayan levantado en la Karen Moguensen, las aves que hayan contado en Palo Verde, no es nada de eso lo que contribuirá a hacer de este mundo un mejor sitio donde vivir.  Pero lo que sí lo hará, serán aquellas pequeñas decisiones cotidianas que modifiquen su estilo de vida, que cambian la forma en que entendemos el mundo, que nos permiten corregir el rumbo de los acontecimientos, que nos permitan amar inteligentemente ese fenómeno trascendental que llamamos vida.
 
Los felicito, no tanto por lo que han hecho con sus manos, si no por aquello que han hecho con su corazón y su mente.  En un mundo cada ves más comercial, más globalizado, más racional, más tecnológico, más máquina y menos humano, la ternura, la esperanza, la solidaridad, el valor y la convicción son recursos naturales que deben ser protegidos como en vías de extinción y ustedes están haciendo eso.
 
Desde niño admiré a muchos de los héroes de caricaturas... Superman, Batman, el Hombre Araña y muchos otros, y crecí con la esperanza de conocer a algunos de los superhéroes que protegen a este mundo de las injusticias y la maldad, pero cuando fui madurando me di cuenta de que no existían y eso me desilusionó mucho por que pensé que nadie nos protegería cuando estuviéramos en problemas.  Pero luego, trabajando en el Sistema de Áreas Protegidas de Costa Rica, cuando me toco atender un fuego en el PN Palo Verde, cuando había que atender una emergencia en un área silvestre, cuando teníamos necesidades de personal para sacar adelante el manejo de un parque, cuando había que cuidar el desove de las tortugas en la playa, fueron tomando forma poco a poco unos héroes muy peculiares.
 
Pero para mi sorpresa, estos héroes no volaban por los aires, no tenían armas ni poderes especiales, ni tampoco vestían de forma extraña.  Eran seres comunes y corrientes, con sueños, frustraciones, necesidades, debilidades y fortalezas... pero con una característica muy particular, tenían fe y vocación de servicio.  Me tomó 30 años de mi vida entender que Superman jamás bajaría de su vuelo para apagar un incendio, que Batman jamás aparecería en su batimovil para cuidar las tortugas o que Acuaman jamás nos acompañaría en una patrulla marina buscando pescadores ilegales.  Me tomó 30 años de mi vida entender que siempre viví rodeado de superhéroes disfrazados de la forma más increíble, disfrazados de gente común.
 
Nuevamente Felicitaciones amigos y amigas de la GEV por que ustedes son los superhéroes del mundo, ustedes son... LOS VOLUNTARIOS!!!

Solidariamente,

Stanley Arguedas Mora
Coordinador Técnico
Escuela Latinoamericana de Áreas Protegidas ELAP
Universidad para la Cooperación Internacional UCI
Apdo. Postal 504-2050, San José, Costa Rica
Telef. (506) 283-6464, Ext. 112
Fax. (506)280-8433
Correo electrónico: stanley@uci.ac.cr
Sitio Web: www.uci.ac.cr

Por una Latinoamérica unida, para que lo que el hombre dividió políticamente, la conservación de la naturaleza lo una en una sola poesía a la vida.  SAM
 
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